Hotel Corru San Pumés

Relación calidad precio acorde. El edificio es muy bonito . El check sin problemas. Como pega,en las habitaciones se notaba bastante humedad ambiental. No dejéis de visitar el restaurante la parada de cabrales(andando desde el alojamiento),vais a alucinar de calidad y precio.

Experiencia NEFASTA, desde la llegada, hasta la salida. Llegamos a las 12:00h y entramos a decir que teníamos una reserva y a informarnos. De muy malas formas, 2 señoras nos dijeron que hasta las 15:00h nada, que estaban limpiando (a todo esto, sentadas fumando) y que nuestra habitación no estaba lista. Nos fuimos por donde habíamos entrado y volvimos a las 15:00h Nos dieron las llaves de la habitación y la factura de otra persona (con sus datos y todo lo que a respetar la LGOPD se refiere) Después de un rato, nos dieron la factura correcta En cuanto al “hotel”, por fuera nada hacía presagiar lo que nos encontramos dentro, una habitación mas propia de un pasaje del terror que de un hotel. Regentado por alguien que, obviamente, poco o nada se preocupa de supervisar los trabajos de sus empleados/as Continúo diciendo que al entrar a la habitación nos invadió un fuerte olor a humedad ya que estaba llena de ellas (mas propias de un escaso mantenimiento que del mal tiempo que pudiera haber hecho días atrás), a lo que su solución es tener todo el día enchufada una máquina que en teoría deshumidifica y que data, aproximadamente, del mismo siglo que el hotel Allí había mierda del año que la pidieras, empezando por las paredes llenas de telarañas, mosquitos estampados (sangre incluída), flores de plástico mugrosas, un cabecero cubierto por completo de polvo, rodapiés y espejo a juego con el cabecero, lámparas a las que fácilmente podrías quedarte pegado, con un dedo de polvo y, como colofón, una televisión con sus respectivos cables, que no deben haber limpiado desde el día que se instaló. La ventana y las puertas, no cerraban correctamente, dejando entrar el frío en el caso de la de entrada (que daba al patio) e impidiendo la correcta insonoridad del baño. Toalleros llenos de una mezcla de grasa y polvo, sobres de gel con unas manchas blancas (imagino que del huésped anterior), bañera desconchada y oxidada y unas manchas amarillas y pegajosas en los azulejos que, sinceramente, prefiero no saber de qué son. En definitiva, las “amables” señoras de la limpieza que nos atendieron al llegar, parecen limpiar poco, tirando a nada, con lo que no veo justificado hacernos esperar hasta las 15:00h para acceder a una habitación en condiciones insalubres. Por favor, NO OS FIÉIS de las fotos de su web, que de noche, todos los gatos son pardos.