Akla Hotel Mérida

Muy positivo, ambiente agradable. Hotel centrico, con servicio atento y cordial.

Resulto ser un lugar un poco raro, donde durante el check in, la joven me dijo que lo sentía mucho, pero tenia que saber si quien me acompañaba era mi esposa oficial. Me acompañaba mi esposa de mas de 20 años, sobre mi misma edad e idioma, pero aun pienso en la razón de esa pregunta irrespetuosa. Al tratar de usar la ducha, luego de descansar en el jacuzzi, notamos que la ducha no servia, la llave estaba rota pero por suerte pudimos ducharnos en el jacuzzi.

Ha sido una decepción total. Cuando llegas te encanta la decoración que tiene, pero según van pasando las horas la cosa va de mal en peor. Reservamos para una noche contratando para la tarde spa y masajes. Varias cosas: - Spa: pequeño y sin apenas fuerza de los chorros, vamos que parecía que estábamos en una piscina y ya. Mi pareja se resbaló y casi se abre la cabeza, ahora está con moratones en un brazo. A destacar positivo, que te ponen infusiones, cava, pero lógicamente en 60 minutos, entre estar en la sauna, "jacuzzi" y tumbonas apenas disfrutas de la botella de cava. - Masajes: lo mejor del hotel. El chico muy profesional, educado y sabedor de su trabajo, sin duda lo mejor del hotel y lo que volvería a contratar sin dudarlo. - La habitación: pequeña, suficiente quizás para dos personas. A destacar bueno y malo. Bueno: comodidad de la cama. Malo: mucho, por enumerar diría que según pasaban las horas empezó a producirse un olor desagradable del baño, pero muy muy malo . Cuando llegamos del teatro nos encontramos con una visita: una cucaracha grande en la pared, que se metió en un hueco que tiene el techo, luego intuimos que estaba más que acostumbrada a asomarse y que no estaba sola. Por lo que mi resumen del fin de semana, es pésimo, no repetiré en el hotel, salvo por el masaje.