Hostal Las Abadias

Nula empatía, cuidado con la letra pequeña. Reservé con una antelación de dos Meses a la estancia, para acudir al festival de teatro al cual llevo yendo 20 años. Reservé aquí porque admitían mascotas pero tras pagar me llega una notificación que en ningún momento se puede quedar sola en la habitación. Esto no se veía claramente al reservar. Les aviso a los 5 minutos de pagar para que por favor me lo cancelasen, ya sé que era una reserva que no tenía reembolso por cancelación pero fue un error y con el pedazo margen que tenían para poder ocupar la habitación no habrían tenido problemas. Siempre hemos dejado a la mascota en la habitación sin problema ninguno y dábamos por hecho que era un hotel petfriendly pero no. En Merida hay mil sitios para dormir con mascota, no reservéis aquí. Además de poca empatía, querían que cancelásemos la reserva, tengo varios emails de ellos donde me lo sugieren pero al decirles si cancelando me devolvían mi dinero dijeron que no. Tuvimos que finalmente reservar en otro sitio para que no nos amargaran las vacaciones y perder el dinero pero mereció la pena. NO RESERVÉIS, cualquier otra opción que encontréis será mejor y el personal mucho más amable sin duda.

El hotel muy bonito y nuevo, las habitaciones limpias y bien decoradas, el desayuno servido en la habitación está muy bien, pero las paredes son de papel, se oye todo, el chico que estaba en la habitación de al lado se duchaba y afeitaba a las 7 de la mañana y oía hasta golpear la cuchilla en el lavabo, se oyen hasta las conversaciones, una pena porque el hostal y las habitaciones está muy bien

Buen servicio, buen precio y buen trato del personal. No está ubicado en el centro, hay un camino de unos 15 minutos, si hace buen tiempo está bien el paseo pero si te pilla una ola de calor como a mí mejor ir en taxi, el personal mismo te lo pide en recepción. Tienen opción de desayuno pero en la habitación, cafetería o bar en sí no hay.

Vengo a Mérida todos los años a visitar a mi abuela. Siempre nos quedamos con familia. por temas de COVID a último minuto conseguimos quedarnos una noche en este hostal y gracias a Dios que solo era una noche. El hostal en si por fuera de los cuartos está sucio. Entramos a nuestro cuarto bastante tarde solo dejamos las maletas y nos fuimos. No volvimos hasta las 2 am y cuando llegamos al cuarto nos encontramos una araña en mi almohada y otra en la otra cama. Al levantar la sábana había varias más y otros bichos muertos. Al día siguiente después de no dormir nos dijeron que no era posible y se negaron en devolver el dinero. Vamos un asco encontrar cualquier otro lugar no se queden aquí.

Lugar de película, de terror¡¡, totalmente obsoleto, de hace cuarenta años, o más. Lo único actualizado el precio, anunciaban que estaba cerca del centro, la realidad lejisimos. Habitación triple de los pitufos. Un desastre.

La alcachofa de la ducha se salía el agua para todas las direcciones y en esta ocasión, he estado bastante agobiada. Me comentaron desde recepción que los huespedes de abajo se quejaron del ruido de mi sisterna, que al parecer, se quedó cogia. Llegue el sabado a las 23 h y a las 00, me dan golpes en la pared para que me calle. Cuando tenia la tv al 3 de volumen que casi ni me enteraba yo. Por la mañana, a la 9:00 me suben el desayuno y al ratito, vuelve a subir el de recepción para decirme q los de al lado se han vuelto a quejar de que estoy haciendo ruidos y que por la noche estuve dando voces hasta altas horas de la mañana. Yo a las 00:10 dormía como un tronco, nose de donde se lo ha sacado. Y en el desayuno el ruido normal de ducharse, secador, desayunar y salir. Yo también he escuchado la tv de los vecinos, andar por el pasillo, las persianas, y hablar pero se a donde voy y lo que me voy a encontrar, sino me hubiera cogido una casa en la sierra. Las habitaciones no estan aisladas del ruido pero yo me adapto, no como otros que me han tenido agobiasima durante todo el fin de semana. Solución ante esto: hacer nuevos muros o regalar tapones.