mire16ml
21 de junio de 2024
Desde el inicio, enfrentamos problemas con el servicio de limpieza, cuyo personal se mostró inusualmente intrusivo, irrumpiendo en horas inapropiadas, y en ocasiones, no se presentaron a limpiar la habitación. A pesar de nuestras reiteradas quejas en recepción, la situación no mejoró, lo cual fue bastante frustrante. Además, tuvimos problemas técnicos en la habitación, como una vitrocerámica que no funcionaba. Aunque inicialmente no nos ofrecieron una solución, tras insistir, accedieron a cambiarnos de habitación. Lamentablemente, este tipo de inconvenientes requirieron de esfuerzos constantes de nuestra parte para ser resueltos. La calidad de la comida ofrecida también dejó mucho que desear, destacando negativamente dentro de nuestra experiencia. Las hamacas de la piscina estaban sucias y el ambiente en la zona de piscina se veía constantemente perturbado por visitantes que reproducían música a alto volumen sin que el socorrista interviniera. Para colmo, al expresar nuestra insatisfacción, el hotel intentó compensarnos con una botella de Jaume Serra, un cava de bajo coste que para quienes conocemos y valoramos la calidad del cava catalán, resultó ser un gesto inapropiado y desconsiderado, más aún considerando que no consumimos alcohol. Es evidente que este hotel prioriza la cantidad sobre la calidad, enfocándose en atraer a turistas extranjeros sin esforzarse por ofrecer un servicio que cumpla con los estándares mínimos de comodidad y atención. Nuestra experiencia fue sumamente decepcionante y sugiero a futuros visitantes considerar otras opciones antes de decidirse por este establecimiento.