Usuario invitado
27 de agosto de 2024
Quedamos bastantes descontentas con este alojamiento. Al llegar, nos atendieron de pie en la cocina mientras servían la comida. No tienen recepción. No se ponían de acuerdo entre ellos sobre qué habitación nos correspondía y finalmente, nos dieron una habitación que estaba subiendo las escaleras de la zona del restaurante, encima justo de la cocina donde estaba la salida de humos. No se podía entrar a la habitación ya que olía muchísimo a comida, a fritos y no se podía abrir la ventana porque entraba aún más humo y olores. Daba igual porque la puerta de la habitación no cerraba y se quedaba como medio palmo descolgada y por esa abertura, entraba muchísimo olor (estábamos en la escalera de la subida de la cocina). Tampoco había aire acondicionado. Era un pingüino que hacía un ruido horrible. Una noche para olvidar, la verdad. No volveré allí.