Usuario invitado
2 de septiembre de 2022
¿Lees esto porque dudas si ir al Jardín de Mazan? Te contamos nuestra experiencia. Todo es aún mejor de lo que reflejan las fotos: las habitaciones, acogedoras, limpias y preciosas; el jardín, relajante, casi místico; la piscina, cálida y perfecta para terminar el día con tranquilidad; los desayunos, sustanciosos y deliciosos, perfectos para tener la energía que requiere explorar la Provenza… Todo es bueno y mejor en El Jardín de Mazan. Pero nada sería igual sin la calidez y la simpatía de Eric y Agnès. Ellos son el corazón del Jardín. Cada mañana Agnes nos preguntaba por nuestros planes y nos sugería lugares que visitar, todos eran aciertos, y se tomaba la molestia de reservar en restaurantes donde comimos de fábula. Eric nos cocinaba cada mañana y alguna noche, según la ocupación, y estaba también pendiente de todo. Los dos nos hicieron sentir como en casa o mejor, que para eso son las vacaciones. Ah, y no hagáis caso de su web, no hablan español, no: son bilingües (y esto fue más importante de lo que creíamos, porque no tanta gente habla inglés o español en el Luberon). Hemos pensado si hacer esta reseña o no, porque queríamos mantenerlo como algo secreto, para uso propio y discrecional. Pero la buena gente que lo hace bien merece que se conozca. Gracias por todo,