Fujiya

Estuve allí en enero de 2024 y solo me quedé allí dos días. El personal habla inglés y fue agradable. El segundo día que me quedé allí, el personal me ofreció comer un hot pot con todas las demás personas que viven en Fujiya, una experiencia inolvidable que atesoré y recordaré por siempre. Aunque es un lugar de encuentro con una familia japonesa, sentí que había experimentado la hospitalidad y la amabilidad japonesas. Había algunos personajes interesantes, que pueden o no haber frecuentado Fujiya, con quienes tuve el placer de comer este hot pot. Las instalaciones no son las mejores, pero tenían las necesidades básicas y no me quejé, tienen aire acondicionado, lo suficientemente cómodo para mí. El personal explicó que solo hay una ducha, por lo que podríamos tener que esperar a que la persona terminara. Sin embargo, dado que la ubicación está tan cerca de Dogo Onsen, recomendaron ir allí en su lugar y, después de todo, fue por eso que elegí este lugar en primer lugar. La ubicación es muy cercana a Dogo Onsen y a las ruinas del castillo de Yuzuki, lo que fue un salvavidas para mí. Yo diría que todos los demás lugares de interés turístico también están a poca distancia a pie, ya que caminé hasta todos esos lugares interesantes. Sin embargo, me doy cuenta de que no a todas las personas les gusta caminar como a mí. Para contrarrestar eso, Fujiya está prácticamente al lado de la estación de tranvía, que se puede utilizar para ir a muchos lugares de la ciudad. tldr, lo recomendaría

El precio es barato, el sueño es bueno y la calle es tranquila por la noche. Muy cerca de las aguas termales y cierra tarde. Hay muchos restaurantes

Me decepcionó la falta de espacio personal. .