Usuario invitado
31 de enero de 2023
Pasamos la noche en este hotel después de una boda celebrada en Villa Angelina, el lugar es encantador, nada que decir, ubicado en lo alto y rodeado por el mar y la isla de Capri, pero hay que decir que está lleno de abejas (porque producen no se que y por lo tanto esta lleno) y por la tarde te devoran los mosquitos.. pedimos ponerle limoncillo pero NO nos tomaron en cuenta para nada.. deberian hacer la desinfestacion señores porque es ¡imposible! El hotel es una historia completamente diferente, las habitaciones están muy anticuadas, terminamos en la habitación con la ventana grande en el ático donde el sol entraba a los ojos al amanecer porque la cortina no se podía cerrar porque estaba bloqueada. Cama incómoda, almohadas peores, inodoros sucios, ducha puntiaguda y peor. Y por último, pero no menos importante, cuando descubrí la cama, ¡encontré una mosca muerta aplastada entre las sábanas! Llamo al conserje por la noche y me dice desprevenido pero estoy solo y yo... ¡puede entender que no puedo dormir así! A los 20 minutos sigue sin subir, llamo nerviosa porque lo estábamos esperando para poder cambiar las sábanas y dormir, sube a los 10 minutos más porque no encontraba las sábanas, a las 3 en la mañana tuve que hacer la cama con él para acelerar las cosas. ¡Presento la cosa por la mañana y ni siquiera dan un pequeño descuento! ¡Lo recomiendo encarecidamente en contra, es todo vergonzoso! ¡Con un lugar como este podrías tener la cima!
Texto originalTraducción facilitada por Google