Usuario invitado
12 de febrero de 2024
Viajé a Marrakech con mi pareja el pasado mes de septiembre de 2023 y nos hospedamos 5 días y 4 noches en este precioso Riad. No tenemos palabras suficientes para describir lo bien que nos sentimos allí. Desde Abdoul, Muhammad, Isaías, Peter (el anfitrión del propio Riad), hasta las mujeres que estaban en cocina, todos ellos nos hicieron sentir como si estuviésemos en casa, como si ellos fuesen nuestra familia, como si nos conociésemos de toda la vida. Peter nos asombró y emocionó con su historia personal y su carisma; no era un mero dueño del lugar, sino un hombre interesado por saber si nos encontrábamos bien, si estábamos disfrutando, cuáles eran nuestros planes allí, nos invitaba a té y teníamos largas conversaciones de horas (que ojalá nunca hubiesen acabado). Abdoul siempre ayudándonos y acompañándonos a cada lugar que teníamos que ir (ya que no sabíamos llegar y no nos funcionaba el maps jajaja) y sorprendiéndose y hablando a diario sobre las camisetas de fútbol que se ponía mi novio jajajaja, se juntaron dos forofos del fútbol internacional. Y, por último, pero no menos importante, Mohammed, siempre dispuesto para nosotros. A pesar de que nos costaba comunicarnos entre nosotros, hacíamos lo imposible por entendernos, llegando a hablar hasta en tres idiomas a la vez (inglés, francés y árabe) en una misma conversación. Él siempre con una sonrisa de oreja a oreja a cualquier hora del día, en cualquier momento. Las cocineras encantadoras; cruzamos pocas palabras en árabe, ya que no sabían otra lengua, pero con su sonrisa y amabilidad ya nos lo ofrecieron todo. Hasta en dos ocasiones nos prepararon comida, un almuerzo (el primer día que llegamos) y una cena, sin tenerla concertadas y aún habiéndonos dicho que ya habían cerrado cocina, pero llegaron a nuestra habitación con platos de comida. Como he indicado al principio, no tenemos palabras para definir todo lo que sentimos en nuestra estancia allí pero, sin duda alguna, ojalá la vida nos brinde la oportunidad de volver a Marrakech y volver a hospedarnos en Riad Ifoulki, reencontrarnos con estas personas tan maravillosas, que se merecen lo mejor de esta vida. Nos despedimos el último día entre abrazos y yo con lágrimas incluidas. Nos dio mucho sentimiento despedirnos de ellos, son personas que nos han marcado en una estancia muy corta allí pero que se han quedado con un pedazo de nuestro corazón. Gracias por todo ❤️