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1 de marzo de 2024
Nos alojamos 3 noches al final de nuestro viaje. La propiedad es realmente encantadora, la habitación y las camas eran cómodas. Y está a una distancia razonable de Jemaa el-Fnaa, la plaza principal (15-20 minutos a pie). La cena tenía un precio razonable y fueron amables al acomodarnos sin mucho aviso, pero al final fue solo un tajine realmente olvidable. Los refrescos que tomamos junto a la piscina todos los días después de explorar la ciudad estaban buenos y fríos, y el área de la piscina es un gran lugar para relajarse. Entonces, ¿por qué solo 3 estrellas? Porque el personal fue muy grosero. El personal habla muy poco inglés, en realidad solo el gerente, y nadie más intentó intentarlo. Entiendo que somos viajeros en un país extranjero, pero si administras un hotel que atiende a turistas, aprender algunas frases básicas sería útil. Por ejemplo, nuestro conductor llamó para que alguien recibiera la camioneta y le diera instrucciones y ayudara con las maletas, y el gerente no podía hablar con él en árabe. Ella pidió francés y, como ese no es su punto fuerte, se conformaron con inglés. Eso fue suficiente, pero uno pensaría que alguien en un hotel en Marruecos podría hablar al menos algo de árabe. El personal en nuestra salida no sabía la palabra maleta ni equipaje. Incluso la palabra "bolsas" me hizo quedarme perplejo. También tuvimos que buscar a alguien que nos trajera las bebidas. Sí, tienen un bar, pero no hay nadie que lo atienda. No puedo imaginar si necesitábamos un taxi u otra ayuda. Nuestro check-in también fue difícil, ya que el personal no hablaba suficiente inglés para ayudarnos a completar la tarjeta de viajero. En todos los demás lugares donde nos alojamos, entregamos nuestros pasaportes y ellos se encargaron de todo. Aquí, tratamos de salir adelante, luego, cuando la gerente finalmente regresó después de una larga llamada telefónica, nos apuró con el resto del papeleo (por supuesto incorrecto) y las instrucciones de bienvenida (cómo hacer funcionar el aire acondicionado, etc.) y nos advirtió que no dejáramos henna en las sábanas y que apagáramos siempre las luces. No fue exactamente el servicio cálido que esperábamos, ¡y lo tuvimos en todos los demás lugares donde nos alojamos!
Texto originalTraducción facilitada por Google