Usuario invitado
9 de mayo de 2024
Tuvimos un viaje fugaz de último minuto a Marrakech y nos alojamos en este riad por dos noches. Escondido en lo profundo de la medina, entre hermosas paredes rosadas, este riad es un pequeño oasis. Llegamos bastante tarde por la noche y nuestros anfitriones no podrían haber sido más acogedores. El té de menta a la llegada fue delicioso y refrescante, y nuestra habitación estaba muy limpia y acogedora. Muy amueblado y decorado de forma tradicional, súper lindo. La cama era muy, muy cómoda. El desayuno era un festín marroquí de zumo fresco, té, café, pasteles, huevos, fruta y conservas. Realmente te miman. La azotea es un auténtico lugar para tomar el sol: asegúrate de poner los pies en alto y relajarte después de un día en los zocos. ¡Es necesario! Teníamos un vuelo tarde a casa (la salida es a las 12), pero nuestros anfitriones nos dieron la bienvenida muy amablemente para seguir usando la azotea y permitirnos cambiarnos y refrescarnos antes de dirigirnos al aeropuerto. Muchas gracias por invitarnos, hiciste que nuestro viaje fuera tan especial.
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