Usuario invitado
30 de mayo de 2022
Veníamos a descansar en familia, y la falta de profesionalidad latente crea situaciones de nerviosismo que dificultan este descanso. Tenga en cuenta que vinimos con nuestro perro, que se anotó como autorizado. Los puntos positivos: el apartamento es muy decente y limpio, y la piscina es espaciosa. Los puntos menos buenos: En la recepción, la persona me dice que los perros están prohibidos, le explico que estaba indicado como autorizado. Fin de la conversación. Ninguna explicación sobre cómo funcionan los desayunos y dónde se encuentra la piscina, lo que resultó en una búsqueda larga y tediosa. Al llegar al apartamento, vemos que un cabezal de la ducha está defectuoso En nuestro segundo viaje a la piscina, y 500 m antes de llegar, un guardia nos dice que los perros están prohibidos, lo apoya otro caballero, Hamid, que se enorgullece de siendo director, e indica que las reglas están claras y expuestas, y que los perros están prohibidos. Explicamos que estuvimos allí el día anterior y que había 4 perros con correa (incluido el nuestro), que no molestaron a nadie. Esta noticia le lleva a reprender al personal de la piscina (muy agradable por cierto). Se quedan en su puesto y les prometemos dejar a nuestro perro en nuestro coche (obviamente estamos dispuestos a respetar las reglas). Llegados a la piscina, leemos el reglamento, adjunto en foto, y vemos allí que los perros están autorizados allí. ¿Valió la pena entrar en una discusión larga, animada y desagradable para demostrar que los derechos de los clientes no tienen peso frente a los caprichos del gerente, quien también se permite reprender a su personal, que simplemente está haciendo su trabajo? Plantear esta situación al regresar al mismo guardia de seguridad ni siquiera resultó en una disculpa de su parte. Si quieres aventurarte en el lejano oeste donde todos gobiernan, estarás servido
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