Usuario invitado
11 de abril de 2025
No puedo criticar a la gente del riad. Son amables y siempre dispuestos a complacer. Servicio de 5 estrellas, buena comida, habitaciones limpias y un ambiente genial.
Sin embargo, mi experiencia con el guía turístico local (y oficial) que el riad organizó para el tour privado por la ciudad no fue nada buena. Simplemente lo seguí, caminando la mitad del tiempo en silencio. De las 3 a 3,5 horas del tour que me costó 60 €, paseamos por Jemma el Fna, rodeamos la Mezquita Kutubía, hicimos una parada rápida en el Café Bacha y visitamos el Palacio de la Bahía y la Madraza Ben Youssef. El guía decía algunas frases sobre cada lugar que podría haber leído (y encontrado más) en Wikipedia. El objetivo de tener un guía local era adquirir conocimientos y perspectivas que enriquecerían mi experiencia como turista. ¡Qué lástima!
Mencioné que quería comprar higos secos, pero en lugar de eso me llevaron a una botica que vendía aceite de argán, cremas, etc. Compré voluntariamente una botella de aceite de tuna porque el que probé parecía bueno y auténtico. Pero al volver al hotel, descubrí que el mío olía muy afrutado y tenía un color claro, a diferencia del aceite amarillento con olor a nuez. ¡Qué vergüenza no haber comprobado y haber confiado en desconocidos!
Terminé el tour sin propina para el guía porque ya le habían pagado en la tienda. ¿Cómo lo supe? Porque hubo un apretón de manos justo delante de mí al salir de la tienda.
No comenté mi desagradable experiencia al riad porque no fue culpa suya. Supongo que simplemente tuve mala suerte. Mi consejo es que se queden o coman en el riad (que es genial) y reserven los tours por su cuenta.
Texto originalTraducción facilitada por Google