Riad Amegrad

Un verdadero oasis situado muy cerca del centro, pero lo suficientemente apartado para estar tranquilo. La habitación, las camas, el desayuno, la atención, la tranquilidad, el silencio y la frescura del patio aunque fuere haga mucho calor, lo convierten en un lugar excepcional. Un baño en su piscina antes o después de comer te cambian la perspectiva del viaje y de la ciudad. Un verdadero gusto haber pasado allí tres noches..

Llegamos a este Riad por una mala gestión de nuestra agencia y aunque lo conocimos por la noche y las valles nos asustaron un poco el chico de la recepción nos recibió como el que te recibe en su casa. Súper amable y súper atento. Nos alojó en una habitación con una cama comodisima todo muy limpio y ambiente súper tranquilo. Siempre dispuesto ayudarnos nos acompaño por la noche hasta la plaza. El baño genial la mejor ducha que nos dimos en toda nuestra experiencia en este país. Buen desayuno como no el chico muy atento y servicial. Sin duda será el que recomendamos a nuestros amigos. Y si volvemos este será nuestros rihad. Es precioso con un patio dentro.

El riad es precioso y muy acogedor, además está muy bien localizado, en el centro de la ciudad. Pero lo mejor es, sin duda, la atención!! El trato es increíble, Abdoul es súper atento, cuida cada detalle, es un encanto!! Los desayunos son increíbles!! Muy muy recomendable!

Mi primer viaje a Marrakech. Me queda solo un día y no tengo ganas de irme. Motivo principal: sentirme parte de la familia en el Riad Jamil. Desde un primer momento agradecerle a Abdul ya que desde que reservé estuvo a mi entera disposición e incluso pendiente de todo mi viaje. Hospedarme en Riad Jamil ha supuesto enamorarme de Marruecos de su cultura, gastronomía y de su gente. Solo tengo palabras de agradecimiento.

Este Riad situado solo a 5 minutos de la Plaza principal de Marrakesh es espectacular, destacaría sobre todo la atención y amabilidad de Abdoul, siempre atento con los huéspedes, te recibe con un té y una explicación de cómo pasear por la ciudad con seguridad y haciendo unas recomendaciones valiosas de cómo visitar los lugares más representativos. Tanto las habitaciones como las zonas comunes del Riad están limpísimas y el desayuno perfecto para empezar el día con energía. También cenamos un dia allí y no pudimos estar mejor atendidos y la comida buenísima. Cuando entras en el Riad es como llegar a un oasis de tranquilad contrastado con el ruido y ajetreo de la ciudad a tan solo unos pasos. Nunca olvidaremos la amabilidad de Abdoul y su equipo que nos llevaron el abrigo olvidado al aeropuerto antes de nuestra vuelta a casa. Solo deciros, hasta pronto, amigos!