Veronica M
10 de septiembre de 2024
He viajado otras veces a Cerdeña con Geturhotels yendo a su pueblo de Stintino donde siempre lo he pasado genial. Esta vez, para visitar lugares diferentes, optamos por su otra residencia "le corti di Marinella" aunque sabíamos que era una residencia y no un pueblo y aunque costaba más que el pueblo ya visitado. El pueblo está situado dentro de una zona totalmente dedicada a residencias. Dejaré de lado el problema de la cabina del ferry durante la fase de reserva porque las chicas nos ofrecieron una alternativa a la llegada, solucionando el problema con su sistema de reservas. Llegamos por la tarde y somos recibidos en recepción por un amable chico que nos entrega las llaves y un mapa para llegar al apartamento. Después de muchas dificultades para encontrar la entrada al aparcamiento del pueblo, nos encontramos con 3 luces lúgubres que iluminan solo una esquina del estacionamiento. Con las linternas de nuestros teléfonos comenzamos a caminar por las calles empedradas para buscar nuestro apartamento que estaba en la planta baja. Lo encontramos por casualidad mientras caminábamos porque la luz junto a la puerta de entrada estaba apagada. Entramos y, dado que es la hora de cenar, nos prometemos dar una vuelta por los alrededores a la mañana siguiente. A la mañana siguiente, al querer desayunar en el patio de nuestro apartamento, nos dimos cuenta con asombro de los pequeños residuos que había en el jardín (estanterías de botellas de champán, trozos de papel de aluminio, colillas, etc.). Mientras desayunábamos, un chorro de agua cayó sobre uno de nosotros y, al mirar hacia fuera, nos dimos cuenta de que provenía de un desagüe que había en la terraza del apartamento del primer piso encima del nuestro. Salimos de casa para ir a la playa con las luces apagadas (probablemente debido a la tormenta del día anterior) y en el parterre frente a la puerta de entrada había algunas conchas de almejas. Con la luz del día nos damos cuenta también de que la zona de delante del aparcamiento está destinada a vertedero de restos de poda (lo cual está bien, claro, en algún sitio hay que ponerlos... quizá podríamos evitar hacer un depósito de ellos, teniendo en cuenta además que una parte importante eran esquejes de adelfa, una planta típicamente maloliente). Decidimos pasarnos por recepción para informar de la problemática luz de cortesía de la puerta del apartamento, de los residuos en el jardín de delante de nuestro patio, de las almejas y sobre todo del rugiente agua del apartamento de arriba. La recepción estaba abarrotada de gente preguntando por la falta de luz, por lo que decidimos informar de los problemas al regresar del mar. Al regresar fuimos a recepción a comunicar el asunto y un señor que probablemente se ocupa de mantenimiento nos dijo que lo arreglaría esa misma noche. Por supuesto, este no fue el caso y cuando regresamos la electricidad aún no había vuelto. Intentamos llamar a recepción pero nadie responde. Voy allí solo
Texto originalTraducción facilitada por Google