Usuario invitado
2 de septiembre de 2024
Hace poco tuvimos el placer de alojarnos toda la familia (6) en el homestay Marari Dreamz y fue una experiencia inolvidable. Desde el momento en que llegamos, Allwyn y Jency hicieron todo lo posible para garantizar nuestra comodidad y satisfacción. Las habitacions son espaciosas, bien equipadas y con unas salas de baño de ensueño. Pero lo mejor son las piscinas privadas en varias de las habitaciones. Todo esto, unido a un servicio excepcional, hizo que nuestra estancia fuera realmente memorable. La ubicación del hotel es en una zona tranquila a menos de 5 minutos andando de la playa, que prácticamente teníamos para nosotros solos. Además Alwyn nos ofreció 2 clases de yoga para todos, que contribuyó a unos días de calma y reposo. Muy recomendable. Nos encantará volver otra vez.