Usuario invitado
27 de diciembre de 2023
La familia que regenta el alojamiento es muy amable y atenta. La ubicación es inmejorable para disfrutar del Parque Nacional Abel Tasman, ya que está a escasos minutos de la entrada. Las habitaciones son muy amplias, están completamente limpias y la decoración está cuidada. Además, cuentan con unas bonitas vistas a una zona ajardinada y las montañas de fondo. El desayuno es excelente. Dispone de parking y zonas comunes como lavandería, cocina compartida y zona de barbacoa. Asimismo, ofrecen la posibilidad de utilizar el jacuzzi con vistas a las montañas todos los días durante 30 minutos de manera gratuita. ¡Todo un lujo!