Hotel Amaraigua

Hotel muy bien ubicado, con relación a la playa y la zona de ambiente. La piscina es acogedora y muy limpia, el trato del personal super agradable, en especial, German, Frank, la jefa de la limpieza ,Iñaki, el personal de recepción, restaurante y bar. Las habitaciones grandes e insonorizadas y el balcón grande, camas amplias y en nuestro caso con las vistas a la playa espectaculares. Baño grande pero la ducha le faltaba una puerta de cristal lo que provocaba a la hora de ducharse siempre se salía agua para afuera y tenias que estar secando el piso con las toallas, limpieza de la habitación OK. La comida aceptable, al parecer usan el mismo sazonador como para carne que para pescado y no se notaba la diferencia, en el turno de noche, en ocasiones faltaba comida y no se había terminado el horario. La animación de las noches muy buenas, aunque eche de menos una actividad diferente como el bingo, que se suele jugar entre adultos muy bien y no cuesta nada. El DJ fabuloso, muy trabajador y complacía a los usuarios con su música. El servicio del bar en cuanto a coctelería deja mucho que desear, faltaban productos casi siempre para hacer cocteles y eso hacia que los camareros se inventaran los mismos, en mi caso, jamás me tome un mojito en condiciones, ya que no me gusta la cerveza ni ninguna otra bebida. No obstante, para haber sido nuestra primera experiencia en hotel solo adultos ha sido aceptable y sin duda volveremos a este tipo de hoteles. Esta claro que siempre hay cosas que mejorar y tenéis potencial humano para lograrlo.

Excelente las instalaciones, excelentísimo trato por parte de todo el personal del hotel. Comida exquisita. Vistas y comodidad increíble. Para volver a repetir la estancia. Hasta el año que viene.

Para empezar, al entrar al hotel ya huele a desagües. Es el olor general dentro del hotel, sobre todo en la habitación.. nos planteamos irnos y reclamar el dinero. Nos hemos pasado toda la estancia con la puesta del baño cerrada porque era insoportable dormir con ese olor. Reclamamos en recepción y la chica no se extrañó (como si pasara de normal) la solución que nos dieron fué echar en los desagües un eliminador de olores que duró horas. La comida muy repetitiva, y muy baja calidad. Poca animación, y nada de lunch, bueno si, unas patatas y frutos secos cuando había. Para nuestro gusto un todo incluido low cost, poca cosa y mala…