Residencia Universitaria Campus Málaga

Por donde empezar, al entrar en la habitación nos dimos cuenta que era más pequeña de lo que pensábamos, (Y YA IBAMOS CON LA IDEA DE QUE ERA PEQUEÑA), alguien corpulento se le haría complicado, luego nos dimos cuenta que HABÍA PELOS POR TODOS LADOS, CAMA, SUELO, DUCHA, EN TODAS PARTES, además las SÁBANAS TENÍAN MANCHAS, parecía que no habían limpiado del anterior huésped. Lo que remató todo fue el desayuno, el PEOR DESAYUNO DE MI VIDA, el pan horrible, solo un tipo de leche (siendo vegana no puedo consumir leche de vaca que menos que tener una opción de soja que es lo más básico), literalmente solo había pan, sumo, un tipo de leche, cereales y yogur, nada más, decepcionante, decidimos al ver TODO eso cambiarnos de hotel, por las fechas en la que fuimos no podíamos hacer frente a lo que costaba un hotel ya que salía a más de 500€. Las chicas de recepción, una de ellas muy maja por cierto le pedimos sábanas limpias y sin ningún problema nos lo dio, nos tuvimos que poner a limpiar la habitación nosotras,y a una de las chicas que pasa limpiando las habiatacio es le dijimos que no pasarán a limpiar Nuestra habitación ya que no queríamos más sorpresas definitivamente NO VOLVERÉ, decepción tras decepción. Entiendo que sea una residencia la mayor parte del año pero cuando lo pones tipo "hotel", que menos que poner o ofrecer algo más. Por cierto en la habitación tenéis cocina que no está mal, (nosotros solo usamos la nevera)pero si tenéis pensado comer dentro no hay ni cubiertos, ni vasos ni platos (imaginamos que como había una puerta bajo llave que estaría las cosas allí ni siquiera preguntamos pq es de pena) Y si pretendéis colgar algo en el armario no vais a poder a no ser que vosotros compréis perchas, ya que no había ni una. Toda la estancia fue de risa, menos mal que pasamos poco tiempo, si NO SOIS ESTUDIANTES, ABSTENERSE YA QUE OS LLEVARÉIS UN CHASCO. DECEPCIONANTE ES POCO.

Esta residencia tiene tanto cosas buenas como cosas malas. He estado un curso universitario alojada en esta residencia, las instalaciones están muy bien. Sin embargo las paredes son de papel y se escucha absolutamente todo, se me hizo muy complicado estudiar en la habitación y teniendo en cuenta que es una residencia de estudiantes no es muy positivo, es cierto que aún así cuenta con varias salas de estudio, pero si eres como yo, que necesitas estudiar hablando o lo que sea, pues no puedes ir a las salas de estudio. Además, la comida es terriblemente mala, me llegó a provocar más de una indigestión con vomitos, incluso hubo una intoxicación por carne en la residencia. Me han llegado a servir carne cruda, lo cual me parece increíble. Nunca he visto una comida así de mala en mi vida. Lo mejor de la residencia eran los recepcionistas de noche, tanto Ramón, como Ricardo, como Pedro eran siempre súper amables, da gusto hablar con ellos y además son eficientes como ellos solos, no he visto personas más dedicadas a su trabajo, para todo lo que necesitabas estaban, sin duda es lo que más echaré de menos. La habitación tiene una cama muy cómoda, pero no tiene cajones, aunque en general no tengo queja ninguna de la habitación, estuve en la individual. Pero en general, la residencia está bien, solo tienen que mejorar algunas cosas, el problema es que por mucho que se les notifica no se hace nada, y eso es un problema. En general cuando la fui a ver el verano antes de alojarme Ana me vendió la moto, y me contó una versión de la residencia que era totalmente irreal, me parece vergonzoso la forma en la que me engaño a la hora de decirme como era todo aquello. Espero puedan mejorar las cosas.