Usuario invitado
28 de octubre de 2023
No recomiendo ir a un hotel dónde prefieren poner un cartel enorme y mugroso en la puerta de cada baño para anunciar que invitan a un café o un agua, a los clientes que enseñen una buena opinión al camarero del hotel, antes que mejorar las condiciones. Las toallas eran como lijas, tiesas y ásperas, las cortinas y mobiliario de los años '70 con falta de limpieza y una olor excesiva a productos químicos que hacía irrespirable el aire de la habitación, además las almohadas y el colchón horribles incómodos y lo peor que hacían mucho ruido al moverse. Nos toco una habitación de tres personas con una cama de matrimonio abajo y una de un cuerpo arriba, con lo cual cada vez que nos movíamos eso parecía estar montados en una feria. No os recomiendo cenar allí, todo frito y hecho de hacía mil horas y los bocadillos con el pan y lomo de baja calidad, además se cayó un plato al suelo y el camarero lo cogió del suelo y puso el bocadillo encima. Hubo un camarero que a pesar de que terminaba su turno se quedó a ayudar porque si no, hubiésemos cenado muy tarde y es lo único que fue positivo en nuestra estancia. En vez de invertir en la decoración de los salones con un árbol artificial en mitad del salón, podrían haber cambiado los colchones, toallas y cortinas de las habitaciones. Añadir de que a pesar de que adoro a los animales, creo que en un restaurante esta mal visto que estén gatos en el interior. No volveré a ese hotel, ni lo recomiendo y espero que mejoren las condiciones.