Hostal Vidamia

No tienen recepción y no contestan los teléfonos de contacto. Hoy retiraron las toallas y toallones y no los repusieron, nadie hay para resolver algo tan simple. Por lo demás, un lugar más de baño mínimo. La limpieza es cada 48 horas. Ruidoso.

Lo que nos gustó: -El hostal se ubica en el centro de Málaga, desde el cual puedes llegar a cualquier sitio en pocos minutos. -El recepcionista fue muy agradable atendiéndonos y explicándonos como funcionaba todo. Incluso se ofreció a subirnos el equipaje en caso de que fuera pesado. -Nos dio un manojo de 3 llaves. 1 para la puerta del portal, otro para la zona general del 3º piso y el tercero para la puerta de la habitación. -Nuestra habitación estaba en el piso 3. Era la única habitación en ese piso y al lado tenia una especie de trastero. La habitación era suficientemente grande para 3 personas, con camas cómodas y encima de cada una había: 1 toalla pequeña, 1 grande y jabones 2 individuales para la ducha y 1 de mano. Tambien nos dejaron botellitas de agua pequeñas para cada. -Baño bien equipado con jabones para mano y ducha, 2 toallas para el suelo, 3 rollos de papel y secadora. Dato importante: el agua sale calentita. -Aparte de lo comentado, la habitación tambien tenia "cajoneras colgantes" (de estas de tela que cuelgan de los percheros) y perchas suficientes y de sobra para los 3. -En el mismo piso se encontraba el salón/comedor y baño común junto con la recepción. · En el comedor teníamos a nuestra disposición: estufa, hervidor, microondas, nevera, vajilla, te y especias, los cuales podíamos usar sin coste alguno para cualquier comida que quisiéramos hacer (nosotros cenamos y desayunamos allí tranquilamente). · En el salón había: mantas, butacas, sofás, libros, un portátil y guitarra. Tambien libre para usarse, eso si, cuidando de no estropear ni romper nada. Lo que no nos gustó: -La falta de ascensor en caso de que se suba con mucho equipaje (aunque el recepcionista se ofreció a ayudarnos en caso de llevar mucha carga. -La puerta de la habitación no encajaba del todo aunque se cerrara bien con llave y había otra ranura de llave antigua desde donde se podía ver a través, tanto desde el pasillo al interior y viceversa. Cosa que era ciertamente incomoda pues justo frente a dicha puerta estaba la cama doble. -El trastero estaba justo al lado de la habitación asi que por las mañanas si los trabajadores tenían que ir haciendo cosas se podía escuchar el movimiento y despertarte (sobretodo si eres de los que se despiertan fácil, esta vez no fue mi caso por suerte). -Aunque no nos hizo falta, la televisión no funcionaba.

Estuve solo una noche, pero la atención súper cálida, servicial, y atentos. La habitación practica con baño privado, la cama súper cómoda. Lo único “malo” es que se sube por escaleras. La cocina, y comedor súper prácticos y cómodos, la decoración del lugar es hermosa. Ubicación súper céntrica.

Magnífica escapada a Málaga, que nos ha gustado mucho, pero a las personas que hemos conocido lo han hecho mucho mejor. El hostal está inmejorablemente ubicado, con unas instalaciones sin lujos pero con alma y con corazón, súper cómodas, y un personal que no se puede calificar, si entrar en exageración, impresionante. Carolina vive su trabajo y trasmite todo el amor que pone en lo que hace. Nos ha sorprendido gratmente.