MarjiGr
21 de septiembre de 2024
Nuestra estancia en el Christine Belfort de Mahón ha sido espectacular. Cada rincón del hotel está cuidado con tanto mimo que te sientes como en casa desde el primer momento. La ubicación es perfecta para explorar Mahón, con todo lo que necesitas a un paso. Los detalles en las habitaciones nos sorprendieron, como las sábanas con las iniciales del hotel, la preciosa bolsa de paja bordada con su nombre, y los amenities, todo pensado al detalle. Se nota el cariño y el esfuerzo detrás de cada cosa. Quiero destacar a Ana, la recepcionista, que además de ser muy atenta y cariñosa, es una excelente embajadora tanto del hotel como de la isla. Siempre tiene un último ‘tip’ o rincón especial que recomendar. Y por supuesto, Richard del restaurante, siempre tan cercano y atento. La carta del restaurante es corta pero la comida es tan increíble como el desayuno, con productos locales y hecho con tanto amor que se nota en cada bocado. Realmente, es una experiencia (para no decir una pasada de hotel). Se valora y se agradece.