Usuario invitado
19 de enero de 2023
Después de dejar HOSTALIN y su codiciosa recepcionista de pagos en efectivo, al punto de querer estafarme, me dirigí al hostal SAN ANTONIO. Como el check-in era a las 14:00, sólo podía dejar mi equipaje. No es un lugar para instalarse en este tipo de Hostal. Después de tomar té y deambular durante más de 2 horas por las gélidas calles de Madrid, me presenté en el albergue. Trámites cumplidos y habitación arreglada: sorpresa desagradable. Aunque había solicitado una habitación doble con cama de matrimonio (solicitud confirmada por el sitio de reserva) me encontré en una habitación pequeña con 2 camas. Además, la habitación no sólo está situada justo al lado de la recepción sino también frente a la puerta principal. Fui a pedir explicaciones al dueño del lugar quien me dijo que solo quedaba disponible esta habitación e intentó darme una explicación culpando al sitio de reserva. Lástima que me contó todo esto después de que me fui. La noche de ayer, entre las idas y venidas de los clientes y el frío que se apoderaba de las calles de Madrid, no fue tranquila. Al día siguiente: ¡enfermo! Check out a las 11h y solo autobús a París a las 20h. Cuando intenté explicarle mi situación a la dueña, ella fingió no entender nada. Entendí que podía dejar mi equipaje pero no mi persona. No me ofrecieron nada, por ejemplo abandonar el local al mediodía como estaba especificado en mi reserva. Me vi obligado a abandonar el lugar, febril y debilitado. Estoy renunciando al día que pasé en Madrid con un frío glacial.
Texto originalTraducción facilitada por Google