Hoteles ideales para familias en Maafushi

Como pareja de recién casada, nuestra luna de miel en las Maldivas era un sueño absoluto, y no habría sido el mismo sin el servicio excepcional que recibimos en el Arena Beach Hotel. El nivel de hospitalidad que encontramos fue realmente excelente, y le debemos un corazón de agradecimiento a los miembros del personal dedicados que nos han hecho la estancia tan memorable. Themiya y Ruwan, los rostros amigables en la oficina del frente, nos saludaron con las manos abiertas y nos aseguró que todos los aspectos de nuestra visita eran inmembrables. Su profesionalidad y disposición a ayudar fueron realmente apreciados, y fueron más allá y más allá para asegurar que todas nuestras necesidades se cumplían. En el frente culinario, Nipuna y Janith, los chefs talentosos del Arena Beach Hotel, tomaron nuestra experiencia de comer a un nuevo nivel, sus creaciones culinarias no eran nada menos que exquisitas, y cada comida era un agradable viaje de sabores. De desayunos delicados a cenas románticas en la costa, las habilidades culinarias de Nipuna y Janith añadieron una capa de magia a nuestra luna de miel. Las playas de la pristina y las aguas turquesas de las Maldivas proporcionaron el fondo perfecto para la romance y la relajación. Nuestro agradecimiento a todo el personal del Arena Beach Hotel incluyendo Themiya, Ruwan, Nipuna y Janith por su dedicación inolvidable a asegurar que nuestra luna de miel fue una experiencia inolvidable. Sus contribuciones han hecho realmente una diferencia, y estamos muy agradecidos por sus esfuerzos. Si estás buscando un destino de luna de miel o vacaciones que combina la hospitalidad excepcional con un entorno increíble, recomiendamos sinceramente el Arena Beach Hotel en Maafuhi, Maldivas.

El hotel Kaani Village forma parte de una cadena hotelera en la isla. El trato ha sido excelente desde el recibimiento, donde no tuvimos que llevar las maletas en ningún momento. La primera persona con la que tuvimos contacto fue con Magic, que nos dio su número de teléfono para cualquier cosa que pudiera pasar. La habitación tiene todas las comodidades: baño amplio, cama grande, enchufes, wifi, aire acondicionado, ventilador, mucha luz artificial y natural, así como acceso a la piscina interior. La playa está a menos de 2 minutos andando. El hotel ofrece todos los servicios directamente, sin terceros. Nosotros hemos hecho excursiones en las que hemos nadado con tiburones, tortugas, hemos visto el arrecife de coral, hemos jugado con las mantas raya y hemos comido en islas desiertas. Además los monitores que nos han tocado han tenido una atención impecable. Hemos coincidido con gente de muchas culturas y se nota el respeto que hay en general. El precio por excursión es de 30-50$ por persona, lo cual es muy asequible teniendo en cuenta que pasas gran parte del día fuera y te incluyen la comida. También ofrecen deportes acuáticos. Nosotros no hemos podido hacerlos porque nos ha faltado algo de tiempo en la isla. Hemos estado aquí 5 noches. En cuanto a la comida, nos hicieron una mejora respecto de lo que habíamos contratado y todas las comidas (desayuno, mediodía y cena) han sido en el Kaani Palm, que está en primera línea de playa. También nos dieron acceso sin mayor coste a la piscina infinita que tienen en la planta 9. Las vistas son increíbles. La playa que está enfrente es privada y sólo pueden acceder los residentes del hotel. En esta playa se puede ir en bikini sin problemas. Hay acomodadores que se encargan de todo lo que te pueda faltar: tumbona, bebidas, comida... Cabe destacar que la isla es una mezcla entre varias cadenas hoteleras y casa particulares de gente que reside aquí, por lo que no es tan artificial como si fuera una isla desierta con un resort. Hay muchos gatos que están muy humanizados, son buenos y se dejan acariciar. En general la experiencia ha sido muy positiva. Si tuviéramos que recomendar el viaje sólo aumentaríamos 1 o 2 días la estancia para poder hacer lo poco que nos ha faltado.

Relato lo que hasta el momento ha sido la peor experiencia con el personal de recepción de un hotel. A la llegada del hotel que realmente reservamos, el Kaani Beach con vistas al mar, nos dijeron que nuestra reserva había cambiado al edificio de alado el Kaani Palm. Hasta ahí todo bien ya que supuestamente nos habían dado un free upgrade. Cuando vimos que nos habían dado una habitación en la planta más baja le dijimos a la señorita de recepción, Cherry, que necesitábamos una habitación más alta ya que se escuchaba a la gente hablar desde la recepción y necesitábamos descansar. Nos dijo que no había nada disponible. Decidimos no insistir e irnos a dormir. A eso de las 22:00 se encendió lo que parecía una máquina de aire exterior o una especie de extractor de aire. Hacía tanto ruido que creímos que era un camión que estaba parado o algo por el estilo. Ese radiador no se apagó hasta las 6 de la mañana!! Al día siguiente escribimos a Cherry para contarle lo sucedido y nos dijo que lo iba a comentar con el manager para ver qué podía hacer. Nos escribió más tarde para decirnos que le habían dado permiso para cambiar de habitación. Al final nos dieron una habitación mucho más alta en otra parte de otro edificio perteneciente a Kaani. Mirando hacia al norte, con una obra alado y encima del restaurante con música a todo volumen sonando todo el día hasta las 12.00 de la noche. La cosa es que nos cambian a otra habitación que tiene el mismo problema de ruido, incluso peor. Volvimos a comentárselo a Cherry y nos dijo que ya nos había cambiado demasiadas veces (una vez), que la obra no iba a parar porque es una isla local, que no un Resort y que si teníamos más problemas que habláramos con su manager. Hablamos con su manager que estaba justo al lado y nos dijo que estaba todo ocupado y que solo tenía disponible la que nos dieron al principio. (Es normal que la tengan disponible con semejante ruido nocturno…) Al día siguiente, se pusieron en contacto con nosotros para decirnos que en su sistema no encontraban nuestros nombres… y eso que llevábamos 3 días allí… Por lo visto se confundieron de habitación… El día anterior a nuestra salida, nos llamó para decirnos que ya que nuestro vuelo salía a las 23:00 que ellos nos gestionaban el transfer al aeropuerto. Le dijimos que nosotros no teníamos el vuelo hasta la semana siguiente y que íbamos a estar en otros hoteles. Después de poner cara de confusión nos dijo que necesitaba saber a que hora íbamos a salir de la habitación… En fin, en mi opinión se nota que les falta mucha experiencia en gestionar la recepción de un hotel ya que estaban totalmente perdidos. Por lo demás, la piscina está chula, el bufet escaso en variedad, limpieza de la habitación perfecta, tienen partes del hotel inacabadas como la zona de las escaleras y las playas frente al hotel son pequeñas pero bonitas. El hotel que se está construyendo justo al lado del Kaani aún está en el proceso, tiene solo la estructura, por lo que le queda bastante tiem

Teníamos reservado el Kaani Village & Spa pero en el embarcadero de Maafushi nos dijeron que nos habían hecho una mejora al Kaani Grand. El problema es que habíamos elegido el Kaani Village porque queríamos piscina, algo que el Kaani Grand no tenía. De todos modos Tiger (persona que nos atendió en todo momento) resolvió dándonos acceso a la piscina del Kaani Palm Beach justo al lado del que nos había dado. Las habitaciones son muy amplias con vistas a la bikini beach, además de estar limpias y en perfectas condiciones. Además de los amenities habituales, hay que destacar que había crema hidratante para el cuerpo, que se agradece después de pasar el día en la playa. El hotel está muy bien ubicado, frente a la Bikini Beach y allí tienes hamacas del hotel que puedes usar sin coste. Me gustaría destacar la excursión que hicimos con el hotel a bañ**** con tiburones, rayas, hacer snorkel al lado de un barco hundido, y comer en una lengua de arena. La excursión estuvo muy bien gestionada, además en el precio te incluían las fotos que hacían dentro del agua y las hacían por familias. Nos dieron casi 325 fotos, impresionante el trabajo que hicieron, además de la experiencia. Continuare con lo más NEGATIVO, nos robaron en una de las habitaciones (teníamos dos habitaciones). Mientras fuimos a desayunar se quedo en la habitación 201 la caja fuerte abierta, cuando volvimos encontramos a la persona que limpiaba la habitación con la puerta cerrada y contamos de nuevo el dinero y faltaban 200 euros. Obviamente el error es nuestro por olvidar la caja fuerte abierta pero lo que más nos ha molestado (además de los 200 euros) es que el hotel no ha hecho nada. Se lo comunicamos a Tiger, para que fueran conscientes del hecho y llamo a otra persona del hotel, y nos dijeron que nos dirían algo, que iban a chequear todo. Tristemente ni ese día ni al día siguiente, NADIE nos dijo nada por lo que nos hemos ido con la sensación que poco les importo lo que paso. Realmente nosotros tenemos 200 euros menos, pero el gran problema lo tienen ellos porque tienen una persona en el hotel que ha robado, por lo que aconsejo que no dejéis nada de valor a la vista para evitar problemas. Además teníamos la lancha de vuelta al aeropuerto a las 17.00 y el check out era a las 12.00, les preguntamos si podíamos alargar unas horas el uso de una de las habitaciones y la respuesta fue sorprendente...10$ la hora, me pareció una respuesta poco elegante después del incidente que he comentado. Por otro lado, debo decir que pudimos dejar las maletas y seguir usando los servicios del hotel hasta que nos fuimos. Por último, contratamos el servicio de tranfer en lancha con el hotel, el precio era de 25$ por persona y trayecto pero algo que no comentaron cuando lo contrate es que había unas tasas del 36% a añadir. Tasa que no cobraron en el billete de vuelta. Desde mi punto de vista, debería indicar esas cosas más claramente.

Después de quedarme en una isla turística durante 7 noches, finalmente llegué a una isla residencial. El servicio del hotel es definitivamente completamente diferente al de la isla turística. Estaba lloviendo cuando trajeron la lancha rápida y los huéspedes estaban empapados. No había coche para recogerme y caminar hasta el hotel. Aunque no estaba, está a solo unos minutos. El hotel no tiene su propia recepción. Debes registrarte en el kanni grand de al lado. desde la llegada hasta el check-in se tarda casi una hora. Durante este período, hay promociones para excursiones de un día. No tienes expectativas para la habitación. Está al nivel de un hotel exprés nacional. El interruptor está roto, la lámpara de la mesita de noche no se puede apagar y tengo que desenroscarla. También hay un downlight con mal contacto que parpadea por la noche, pero en comparación con el precio de la habitación del resort en la isla, cuesta casi 80 UAD por noche. +50 usd ida y vuelta en lancha rápida, el consumo en la isla no es alto, la cena cuesta 30 usd por persona, suficiente para llenarte, el precio sigue siendo muy asequible.

Reservamos una habitación cuádruple con vistas al mar con muchos meses de antelación, por lo que considero que conseguimos una relación calidad-precio muy correcta. Tiene todo lo que esperas de un hotel de cuatro estrellas: bonito, limpio, camas cómodas, buen servicio, buen desayuno. Su punto extra es la piscina infinity, que nos dio mucho juego de relax y poder disfrutar de atardeceres tan bonitos..... y el personal también es muy amable, permitiéndonos realizar el check in en cuanto llegamos aunque era 3 horas antes de lo establecido. Por ello, disfrutamos del hotel desde nuestra llegada a la isla tras un largo viaje. Está en frente de la no bikini beach, así que tiene un ambiente más local y tranquilo que la zona más cercana a la bikini beach, pero está lo suficientemente cerca como para usar ambas playas en un recorrido de pocos metros. Además nuestra habitación tenía una terraza muy agradable para observar el mar o el pasar de las horas y la vida local. Además, hubo dos noches con cena y dj en la playa, donde lo pasamos muy bien bailando descalzos en la arena con buena música. Creo que es una actividad nueva que propone el hotel. Allí mismo tienes posibilidad de contratar excursiones variadas, y darte diferentes masajes en el Spa. Yo volvería a este hotel sin dudarlo, aunque no todo es perfecto. A mejorar podrían ser varias cosas: - La wifi se cortaba mucho y no era de gran calidad. - El zumo del desayuno era malillo, de esos muy cargados de azúcar y poco naturales. Me hubiera gustado algo más variedad de fruta, aunque la que había estaba muy rica. - No nos informaron de que al llegar al puerto, el personal del hotel te recoge las maletas y te lleva al hotel en un pequeño vehículo, ya que las calles de Maafushi no son nada cómodas para ir cargado. Menos mal que nos pararon cuando ya habíamos iniciado el recorrido y nos facilitaron la llegada al hotel, que está como a 5-7 minutos andando. Nosotros llegamos a la isla con el speedboat de horarios fijos que va del aeropuerto-Male-Maafushi de Icom Tours.

La estancia en Cocoa Island ha sido increíble, desde que nos recogieron del aeropuerto hasta que nos volvieron a dejar la atención ha sido excepcional. Tienen todo estructurado en cuanto llegadas, equipajes, explicación de la habitación, el horario de limpieza y de restauración. También explicaba qué entraba y cuales eran los extras del servicio de mini bar. El régimen en el que estuvimos fue de desayuno y cena, más que exquisita la comida, y en cantidad. Nos sorprendió los sabores tan diferentes y deliciosos, la diversidad de platos y, por supuesto, el buen hacer del chef. Las actividades del hotel define muy bien la línea que quieren seguir, el respeto a la naturaleza, el bienestar general y la paz que transmite se refleja en las clases de yoga, el snorkel y el pasar de las olas en la villa. Lo que más nos gustó, y con lo que más agradecidos estamos, es con la atención del personal, cada uno de los trabajadores son super amables. Cada vez que se cruzan contigo, y son unas pocas al día, siempre preguntan cómo estamos, si está todo bien, si tenemos pensado algo o si hemos visto algún pez interesante mientras hacemos snorkel. Cada camarero (Muru, tienes un trocito de nuestra historia) explicando todo lo que necesitábamos saber, explicándonos el funcionamiento del desayuno, haciendo nuestras comidas aún más especiales. Y no me puedo olvidar del chico que nos limpiaba la villa, siempre tan pendiente, amable y dispuesto a cualquier cosa que necesitáramos. Los chicos del Marine Sport Centre también han sido súper profesionales, carismáticos y amables con nosotros. Ali, AK y el otro chico que hablaba un poco de español, sois increíbles. Y Wisam, cómo no recordarte, tu profesionalidad organizativa me dejó más que asombrada además de la amabilidad que desprendes. No sabemos cómo agradeceros el trato que nos habéis dado y cómo nos habéis hecho sentir, solo espero que con esta recomendación, si alguien tiene dudas de dónde alojarse para este tipo de viaje, ahora lo tenga claro. No se van a arrepentir. Muchas gracias de nuevo, ojalá pudiésemos repetir cada vez que necesitemos huir al paraíso. Ana Rosa y José Antonio