Hotel Belavista da Luz

Muy tranquilo y muy limpio. El desayuno mejorable. Las habitaciones amplias y cómodas. Instalaciones algo antiguas. Comida casera muy rica y en cantidad aunque repetitiva en la semana. Personal en general bien, en especial Ina que fue muy amable y profesional.

El hotel muy agradable y muy bien situado, cerca de la playa y de supermercados, bares, restaurantes... La limpieza extraordinaria. El personal muy atento y servicial. Nos permitieron dejar las maletas el último día en recepción y seguir disfrutando del resto de instalaciones después del check out. Tiene dos estupendas piscinas con bar, gimnasio, comedor y todas las habitaciones disponen de terraza con vistas al mar.

Estuvimos alojados en la habitación 115. En cuanto a los servicios del hotel, el desayuno normal, nada del otro mundo, pero aceptable. La chica del bar de la piscina, muy amable y servicial en absolutamente todo. En cuanto al departamento de pisos, algo lento para hacer la limpieza, pero, en general bien. Tuvimos que pedir una toalla extra de baño porque éramos dos personas y el viernes 22 tuve que comentar en recepción que a las 6 de la tarde no nos la habían hecho. Quitando eso, aceptable. El caso es que, después de comentar esto en recepción y cuando quisimos quedarnos una noche más (del 23 al 24 de Julio ya que a pesar del inconveniente con el departamento de pisos estábamos cómodos) Adrian González, del departamento de Recepcion primero nos dijo que para el día siguiente si nos queríamos quedar, debíamos cambiarnos de habitación. Dijimos que no había ningún problema. Y al pedirle precio, me dijo que estaba completo. Es curioso que me dijera que estaban completos cuando en la propia web del hotel tenían la misma tipología de habitación que teníamos nosotros a la venta. Teniendo en cuenta que yo también soy recepcionista, y que trabajo en un hotel, intentar engañar a un cliente haciéndole creer que no tienes disponibilidad o, intentar que desista cuando le propones un cambio de habitación, es un tanto desagradable. Volvería, pero desde luego, el departamento de recepción para mi suspende dada la actitud de este empleado. Nunca hay que engañar a un cliente, pero al fin y al cabo, pierde la propiedad. Una pena el final.