Tu alojamiento en Luso

Un poco decepcionado ... reservé un fin de semana romántico en línea. Reservé una habitación con cama doble, tenemos una habitación para 3 personas, una cama extra, estas son las habitaciones reservadas en Trip.com según la recepción. El sitio ofrece habitaciones para 3 personas, pero esto no está reservado. La pérdida de espacio es grande y el televisor pequeño. Como se menciona en la descripción que no hemos escuchado, no hay instalaciones de ocio disponibles y nadie está usando el bar o el restaurante. Sin embargo, la recepción proporciona manuales (esto es una pequeña reducción para los socios). El estacionamiento no es práctico hasta las 10 pm. El buffet de desayuno es básico, pero no siempre de alta calidad (pseudo zumo de naranja ...). Las hormigas también son residentes locales. ¡Los vimos en la mesa del desayuno y en nuestra habitación! En fin una bonita decepción ... No recomiendo un fin de semana romántico ... Sin embargo, este edificio es magnífico.

Hotel muy tranquilo. A pesar del magnífico edificio, todo el personal está muy cerca de los huéspedes y se preocupa por su felicidad. Esta vez me quedé en una habitación superior con grandes ventanales. La zona y la luz directa del baño son todo lo que te gusta. El restaurante ofrece un buffet equilibrado, un desayuno exquisito y todo lo que quieras. Servicio de restaurante y desayuno decente. El personal de recepción tiene una excelente profesionalidad y una actitud muy amable. yo recomiendo

La recepción media, la dama prefiere la tarjeta de identidad portuguesa de mi marido en lugar de la mía francesa cuando la reserva era en mi nombre. No lo encontré muy cortés. Chambre grande, propre mais odeur de mousse.

Un regalo para los sentidos. Nos pareció fabuloso el concepto de hotel y no estoy muy de acuerdo en renovar mucho las instalaciones, sólo lo indispensable, puesto que perdería encanto y subiría de precio. La relación calidad/precio actual la consideramos muy buena. Estupenda elección para el regocijo de la vista, para el descanso y para el paseo por el bosque, lo cual junto al clima y la moderada atracción turística en esta época del año (puente de Diciembre), lo convierten en un lugar muy especial. Las estancias compartidas son un disfrute para los sentidos, como dijimos anteriormente, y las habitaciones, a pesar de los desperfectos que pudieran presentar, no te dejan indiferente tampoco. Y el aparcamiento fácil y gratuito junto al hotel es un aliciente más. La atención del personal ante cualquier duda o cuestión, junto a sus explicaciones acerca del hotel y su historia, hace que te sientas bien acogido y bien tratado. Volver es imprescindible.

simpatia de la recepción disponibilidad de gimnasio Acceso a la piscina por el hall del hotel y a través del bar almuerzo débil - sólo 1 variedad de queso y fibra, yogurtes con un acondicionamiento inadecuado

Es importante aclarar que la hora dé entrada es a las 3 de la tarde. Nosotros fuimos antes y nos tocó esperar aunque ña recepcionista luego nos dijo que podía ser las 4. Las instalaciones muy bonitas y la comida no nos gustó mucho hay restaurantes por la zona que merecen más la pena. El desayuno bastante bien

As senhoras da limpeza são muito simpáticas. A Carina, que se encontra na recepção é muito simpática e muito prestável, em contraste, só tenho a apontar sobre o pessoal que estava a servir no pequeno almoço. Perguntei se podia ficar numa mesa junto a janela, uma vez que as mesas que estavam preparadas estavam todas na parte contrária, disseram que sim, que eu podia pegar na louça e transportar para o outra mesa. Assim o fiz, e instalei me numa mesa grande (só me tinha apercebido destas mesas junto a janela). Quando fui buscar comida, os dois funcionários que ficaram sempre no meio da sala, indicaram para usar mesas mais pequenas. A sala estava bastante vazia, e pelo número de mesas preparadas via se que estavam a espera de poucos clientes, que não iriam utilizar todos as mesas, tal como aconteceu. A atitude destes dois funcionários não me caiu bem. Podiam ter-se dado ao trabalho de pelo menos indicar as mesas que pretendiam que o cliente se sentasse (na altura não reparei nas mesas porque estavam de lado). Esperaram que o cliente mudasse, e, numa lei do menor esforço, é que indicam que tinha que voltar a ter de mudar de mesa. Está diferença de atitude da recepção para a parte do restaurante faz a diferença toda no atendimento. Quarto muito limpo e aquecido com regulação. Muito silencioso.