Usuario invitado
20 de agosto de 2023
Nos hospedamos con marido e hija durante dos semanas. Nuestra estadía fue muy agradable en cuanto a practicidad y locación. Es un hotel donde todo es muy pequeño (el hall de entrada, las habitaciones, la cafetería, etc) pero compensa la ubicación del hotel porque es inmejorable. Las instalaciones son nuevas, de estilo moderno. (No es un hotel de estilo histórico o tradicional). Pero hermoso igualmente, pese a la falta de espacio. El personal siempre atento y amable, accediendo a todo lo que estaba dentro de sus posibilidades. Al ser tres personas, tuvimos que hospedarnos en dos habitaciones: una doble y otra single. Comparativamente, la habitación single era más espaciosa, y el baño estaba separado de la habitación. En la habitación doble, el baño es un cubículo (casi) transparente dentro de la habitación. Cero privacidad. Eso fue lo más incómodo de todo. Nos visitó una amiga que vive en España, y se hospedó en el mismo hotel por un par de noches, por tanto conocimos su habitación. Cuando se fue, preferimos cambiarnos a esa habitación single (ya que la cama era doble). No teníamos más espacio, pero sí un baño/ducha aparte. Las camas, muy cómodas, la ducha muy bien. Té/café/chocolate de cortesía todos los días. La habitación doble daba a la calle (al Cambridge Circus) estallado de gente todas las noches. Sin embargo, nunca sufrimos de ruidos molestos, pudimos dormir muy bien. La cafetería de la planta baja es muy acogedora, y cuenta con entrada propia por la calle opuesta. Las mesas pueden utilizarse con comida propia u ordenar allí. En el primer piso también hay una terracita que cuenta con una barra con sillas altas para comer o tomar algo allí también. Nosotros reservamos a través de ***********, pero sé que si reservan directo con el hotel los reciben con quesos y copa de vino. Conclusión: es ideal para viajeros solos, por unas pocas noches, y poco equipaje. Parejas o familias, dependerá de cuanto se adaptan a la falta de espacio, o falta de privacidad con el tema baño.