Usuario invitado
22 de noviembre de 2023
Reservé en este hotel por la situación y, sobre todo, guiándome por la valoración que tenía en alguna web de reservas hoteleras, por lo que esperaba encontrarme un hotel de tipo medio pero lo que encontré fue un establecimiento de tipo bajo o muy bajo. Si hubiera viajado con pareja o con familia me hubiese ido inmediatamente después de ver la habitación. La primera impresión es negativa ya que te encuentras un olor desagradable mezcla de tabaco y de humedad, aparte de la decoración que le puede, o no, gustar a alguien. La habitación está situada en el sótano o “basement” como dicen allí, yo había solicitado una en pisos superiores, pero ni siquiera me contestaron confirmando o no esa petición. Hay que bajar unas escaleras empinadas llevando todo el equipaje. A medida que se baja el olor se hace más desagradable. A final me encuentro un pasillo estrecho con varias puertas, una es la del baño compartido (hay habitaciones que no tienen ducha propia), otra puerta es la del Wc (las habitaciones no tienen inodoro propio) y al final del pasillo, mi habitación. Abro y me encuentro un pasillo, la habitación tiene forma de “L”, a la izquierda veo un pequeño lavabo y una placa de ducha con cortina (se ven limpios…) y sólo una toalla mediana, y a la derecha del pasillo la zona donde está la cama y un lugar para colgar la ropa con un cajón abajo. La habitación es diminuta, no hay ni mesa/escritorio ni mesita de noche (hay como un taburete que hace de mesita). Si hay televisor, mediano pero nuevo sin mando a distancia (no lo pude pedir en recepción porque ya estaba cerrada…). La cama es estrecha de 70/80 centímetros y con un colchón muy viejo donde están marcados los resortes. Las dos almohadas, sábana y edredón parecen limpios. Pero ese olor de la entrada y el pasillo continúa en la habitación. Al abrir la ventana me encuentro con una pared alta y con dos puertas dónde hay máquinas que hacen bastante ruido continuamente. Me costó trabajo dormir esa noche, porque además del ruido de las máquinas, se oían los pasos del piso superior (no sé si era una habitación o un pasillo). La “cortina” que tiene es vieja e insuficiente para tapar la luz (por el tema de la intimidad no me preocupé dada las “vistas” que tenía). Cuando necesité ir la Wc, teniendo que salir fuera de la habitación, no hay papel, pero como la recepción estaba cerrada no lo pude pedir. El habitáculo es de reducidas dimensiones, aunque, al menos, está limpio… La calefacción funciona bien, el agua caliente también pero el wifi que dicen que tienen no existe. En definitiva, lo único positivo es la localización, cerca de una estación de metro, de tiendas y supermercados y de restaurantes. La experiencia ha sido totalmente negativa, con unas instalaciones lamentables. No es recomendable en absoluto y me llama la atención ver reseñas positivas de este establecimiento (me pregunto si todas son reales…). NO SE ALOJEN EN ESTE HOTEL, no cumple con las mínimas condiciones de un hotel ni de dos