Usuario invitado
27 de junio de 2024
El hotel está bien situado en zona tranquila y cerca de la playa, pero es difícil aparcar por la zona. En la mayoria de las zonas del hotel está el aire acondicionado un poco fuerte y hace frío. La habitación nos la dieron en el otro edificio, era cómoda con una terraza estrecha con una silla y un columpio (mejor serían dos sillas), tenía 2 camas de 1m. cada una, cuarto de baño con gran plato de ducha, wc, lavabo con repisa debajo y secador, se echa en falta un bidé. Tiene una gran TV y aire acondicionado que no sé puede regular de velocidad ni se podía poner para que saliera caliente. Deberían de poner 3 rollos de papel higiénico porque 2 se quedan escasos. El wifi no funciona. El ascensor del hotel en la planta baja de recepción no funciona el botón para subir. En otras localidades los extranjeros están en una zona concreta alojados, en Lloret de Mar están más repartidos y te puede tocar que estén de fiesta cerca de tu habitación o en este hotel, si tienes esa mala suerte comunícalo en recepción para que ellos se encarguen. El restaurante es buffet, la botella de agua de 1,5l. cuesta 2,80€. La mayoría de las comidas están muy buenas, arroces, carne y algunos pescados de calidad, tomate frito casero para la pasta y patatas alioli espectaculares, destaca de los postres la tarta red Velvet que está espectacular. A mayor asistencia de gente mayor calidad del buffet porque hay platos que no reponen. En ciertos momentos se forma cola en la cocina en directo. Desayuno muy completo pero los zumos, el café y la bollería del desayuno necesitan mejorar, hay un hombre con gafas que está en la cocina en directo que es un crack. La playa nos ha decepcionado, pensábamos que era arena y son piedras pequeñas y además tiene cuesta antes de entrar al mar, recomiendo llevar escarpines. En la playa no hay duchas para los pies. El hotel ha sido una buena opción elegida para visitar Lloret de Mar.