Usuario invitado
7 de septiembre de 2022
El hotel está a unos 20 minutos del centro andando, es pequeñito y muy nuevo y se encuentra a 8 minutos a pie de la estación de metro y autobuses. La atención ha sido inmejorable, las instalaciones eran nuevas y con la decoración muy cuidada, la habitación moderna y cómoda, la limpieza genial. Tienen detalles increíbles que no se encuentran en otros hoteles como poner agua todos los días en la nevera de los huéspedes y ofrecer en la planta baja a cualquier hora agua con limón, galletas, fruta y un pequeño snack. Además lo mejor de todo ha sido el desayuno, no era excesivamente grande pero la comida que ofrecen es de calidad. El zumo de naranja es natural, lo exprimen detrás de la barra. La bollería está buenísima y está calentita y los fiambres son buenos. Es cierto que no se encuentra Justo en el centro del casco antiguo, pero la combinación de transporte público es buena. Además un uber desde la plaza del comercio por la noche son 4 euros, por lo que la localización no ha sido un problema. Sin duda volvería a este hotel, por los pequeños detalles que marcan la diferencia y la buena atención recibida.