Hotel Restaurant Camp del Serrat

Un lugar increíble para desconectar! Este hotel, completamente reformado por sus nuevos dueños, es una joya en la montaña. Su estilo rústico encaja perfectamente con el entorno, y todo está impecable. Las habitaciones son acogedoras, las vistas al lago de Engolasters son espectaculares, y la cercanía al lago lo hace aún más especial. Además, el personal es encantador, siempre atento, y la cocina es de 10: platos deliciosos que realzan la experiencia. Un sitio para repetir sin dudarlo! 100% RECOMENDADO

El trato de la pareja quelo gestionan es horrible, cero empatia. Con un tono seco y como si les molestara que estuvieras allí. Un lugar tan bonito que lastima que este gestionado por gente tan poco amble. Verdareramente te violentan.

Antes de criticar siempre hay que exponer lo bueno de los lugares y en mi opinión este alojamiento tiene dos puntos positivos. El primero son las vistas de las habitaciones, el entorno es una verdadera maravilla rodeado de naturaleza…Como segundo punto he de decir que la dueña/recepcionista es bastante agradable y sonriente. Los empleados en general son atentos, cuando están. Por otro lado, las razones de mi valoración negativa son las siguientes: 1. Las duchas son terribles, la temperatura cambia constantemente y el agua no sale con presión. A parte la manguera y alcachofa no están en buen estado. 2. Llegamos en unas fechas en las que el agua del grifo no era potable. El problema no es este sino que en cualquier otro hotel (y además teniendo en cuenta el precio) nos habrían ofrecido una alternativa, al menos garrafas de agua o algúna facilidad o botella de cortesía. Aquí nos dijeron básicamente que comprásemos botellas. Porsupuesto no nos avisaron antes de llegar, sólo había un pequeño cartel en la recepción que llegamos a leer el segundo día, por lo que bebimos agua no potable. 3. El servicio de habitaciones es pobre, hacen la cama pero no hay reposición de sobres de champú, al menos nosotros no lo tuvimos. He de decir que al comunicarlo en recepción nos los dieron. 4. El parking del hotel cuesta 5 euros al día 5. No hay recepción 24 horas. Llegamos el jueves por la noche nevando y tuvimos un problema con el coche ya que no subia la ultima cuesta que llegaba al hotel. Nuestra primera reacción fue precisamente pedir ayuda al hotel donde nos alojábamos pero no solo no habia nadie en recepción si no que nadie nos cogio el teléfono que teniamos de contacto.

Ubicación inmejorable!!! Un hotel rural donde acaba la carretera y empieza la montaña, con el llac d'Engolasters al ladito. Impresionante lugar para descansar en la naturaleza, ver vistas y hacer senderismo por la zona. La habitación era muy amplia y con unas vistas impresionantes (habitación 16). La calefacción funciona muy bien y el lugar es bonito, todo de madera. El restaurante está bien para comer algo, ya que no hay absolutamente nada más para comer allí, pero por favor, no esperéis calidad gourmet. Nosotros no desayunamos bufet, ya que lo vimos un poco caro para lo que es: jamón, queso de barra, bollería industrial y algo de bebidas por 8,50€ por persona (típico de Andorra, los bufets no valen mucho), pero tomamos un café en el restaurante y cenamos porque ya no queríamos volver a bajar al centro (pizza congelada pero muy buena y raviolis, estaban buenos, sin más). Encontramos un pelo en la cama, pero por todo lo demás estaba limpio y cuidado. En resumen, lo que destaca mucho es la ubicación del lugar y la calma que hay, todo rodeado de montañas. Ideal para pasar un par de noches y relajarse en la naturaleza. Personal amable, sin excesos. Por decir algo, falta nevera en la habitación y más servicio de bar durante el día (creo que solo abre en las horas de comida y después no sirven nada). La habitación salió muy bien de precio para lo que hay en Andorra y la zona privilegiada que es (95€ noche). La zona me dejó enamorada y la ubicación del hotel también. Volveremos.