Usuario invitado
5 de marzo de 2024
Me he alojado en este hotel del 1 al 5 de marzo de 2024 , en la habitación 301 y he de reconocer que he acabado gratamente sorprendido. UBICACION: el hotel se sitúa en Escaldes Engordany justo frente al gran edifico de Caldea y a pocos minutos caminando de la más que conocida Av. Carlemany y sus innumerables comercios. A su lado hay un parking comunal (de pago), por lo que no hay problema para aparcar y justo frente a la puerta del hotel una parada de autobús de la línea de Escaldes y donde también paran los autobuses que unen la Seu d'Urgell y Andorra. Cerca encuentras todo tipo de comercios que cubrirán todas las necesidades que se puedan presentar: supermercados, farmacias, tiendas de ropa... Se sitúa a pie de carretera, pero eso no quiere decir que sea para nada ruidoso. Las pistas de esquí están a unos 15 minutos en coche si tu estación es Grandvalira (entrando por Encamp) y a 15 de Vallnord Pal-Arinsal (entrando por la Massana) EL HOTEL: se trata de un edificio de líneas rectas, que te recibe con una gran zona de recepción decorada con mobiliario moderno. Una zona de estar a la derecha con muchos sillones y un mostrador de recepción donde empieza la experiencia con un trato por parte del personal exquisito. Dispone de parking privado a 16€ la noche (si no me equivoco) pero que, en principio, no puedes reservarlo. Si al llegar hay disponibilidad bien, si no se tiene que utilizar el parking comunal. Aunque, por lo que entendí, tienen un acuerdo con el parking de Caldea (que es el que utilicé) al mismo precio que si lo dejaras en el mismo hotel. Te entregan una tarjeta para entrar y salir del parking, pudiendo hacerlo tantas veces como quieras. A la izquierda de la recepción se encuentra el ascensor y a la derecha el restaurante donde se realizan los servicios de desayuno y cena. LA HABITACIÓN: como he dicho, la habitación era la 301, saliendo del ascensor a la derecha. Por su cercanía con el ascensor pensé que escucharía mucho ruido, pero... en absoluto. Al entrar a la habitación lo que encontré fue una pequeño zona de entrada con un mueble portamaletas. Frente a la puerta estaba el baño y a la derecha el resto de la habitación que realmente era grande. Era una estancia don dos camas individuales unidas, con un cabezal que llegaba casi hasta el techo en color bisón y marrón, un sofá cama individual, una butaca, dos mesillas, un escritorio largo, donde estaba el frigorífico (o mini bar) y un armario increíblemente grande para ser un hotel. La tele era una smart TV grande (no sabría decir las pulgadas) y un ventanal que daba muchísima luz a la estancia. El baño era muy grande también, con un amplio lavabo, el w.c y una bañera de cuerpo entero. La ventana era translúcida, grande, que hacía que el baño fuera muy luminoso. La presión del agua, perfecta; en los amenities no faltaba nada de nada y en la bañera había champú y gel de buena calidad. Me sorprendió la amplitud de todo. La cama era muy muy cómoda y las almohadas también. Dormí como u