Usuario invitado
31 de agosto de 2024
Llegamos a Le Havre con un montón de equipaje. El hotel está en una ubicación perfecta desde la estación, a unos 25 minutos a pie de la playa, recorriendo calles preciosas. Las habitaciones son amplias, no grandes, pero muy funcionales; la decoración es moderna y divertida, con una temática de criaturas marinas. Las tarjetas de acceso, muy seguras pero sencillas, se usaban en el ascensor y en la puerta, lo que garantizaba que nadie que no estuviera alojado pudiera estar en los pasillos. No había utensilios de cocina en la habitación, pero en el pasillo se podía preparar té y café a cualquier hora. Hacía mucho calor fuera, pero las habitaciones tenían un aire acondicionado estupendo y eran bastante silenciosas. No tiene nada que ver con el hotel, pero el precio era genial, más barato que en cualquier otro hotel en el que nos alojamos, pero fue, con diferencia, el mejor que hemos visitado. Lo recomiendo encarecidamente :)
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