Usuario invitado
6 de abril de 2024
El hotel en sí es bastante encantador con su estética antigua y su hermosa terraza cubierta de glicinas. El personal fue amable y nos mostró dónde estacionar nuestra motocicleta, explicando que las puertas estaban cerradas a las 11 y que había circuito cerrado de televisión en el patio donde la estacionamos. La habitación era básica, no había instalaciones para beber ni agua potable, pero la cama estaba limpia y era cómoda. El baño le vendría bien una reforma y no había tapones ni para los lavabos ni para la bañera. Al menos el agua estaba agradable y caliente. El desayuno era mediocre, no el peor pero definitivamente no el mejor. En el lado positivo, está situado en el centro de la ciudad, por lo que está idealmente ubicado para pasear. Considerándolo todo, una buena estancia.
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