Hotel Riu Palace Tres Islas

Hotel con trato excepcional, llevamos yendo 16 años y repetimos porque es un relax total y super agradable de trato familiar. La localización inmejorable en medio de la duna

Lo recordaba de hace años y he vuelto a tener una experiencia maravillosa. El lugar, excepcional; el servicio, impecable, además de extraordinariamente amable; las instalaciones... tengo que decir, con todos mis respetos, que necesitan un "retoque" de mantenimiento y diseño: los años no pasan en valde. Otro mini-comentario: con esas habitaciones y esas instalaciones y esos servicios, ¿vale la pena cobrar aparte por la caja de seguridad? Nada de esto resta valor a una estancia inolvidable.

El personal y la ubicación excelentes, la cocina regulín, muy enfocado a turismo extranjero, sobre todo alemán, que no son nada exigente en comer, aunque en beber son especiales; como ejemplo, el gazpacho insipido, las gambas al ajillo con ajos crudos y sin sabor, la carne con olor desagradable, etc.; una pena porque la calidad de los productos se apreciaba que si era buena pero para nada preparado. Por otro lado, tampoco nos gustó que recogieran antes de la hora de cierre y que no repusieran, porque eso de empezar el comedor a las 18.30 h. no lo vemos, no estamos acostumbrados, y no nos gustó que recogieran la mayoría de las cosas a las 21.15 h. (ejemplo la fuente de chocolate a las 21.15 h. ya no estaba, lo pasaban a un bol y ya; la fruta tampoco la reponían, pasaban los restos de una bandeja a la otra delante de los clientes y muchas de las variedades de productos (ensaladas, preparados, etc,) a las 21.15 h. ya estaban acabados; daba la sensación que estabas comiento sobras. Además, era un todo incluido en bebidas (enfocado a turismo extranjero) pero para nada en comida, no vimos lógico que si no utilizas el comedor al mediodía, como era nuestro caso, no hubiera un bar donde pudieras tomar algo caliente, todo era frío y si querías algo de cocina tenías que abonarlo aparte; hemos estado en varios hoteles de esta misma cadena y para nada tienen este mal servicio de restauración. Mención especial a la cocinera y camarero, perdón pero no recuerdo sus nombres, del Snack,que era donde picábamos al mediodía, porque siempre llegábamos tarde al comedor, eran unos soles, fabulosos (nuestra gallega y nuestro sevillano) un millón de gracias por vuestras atenciones. También un solete Bensalem el camarero de la sonrisa permanente y por último, Javier (nuestro gallego) de recepción. Y mención especial al servicio de limpieza que nos tocó porque eran otros soletes, siempre teníamos un sorpresa bonita en la habitación (esas toallas con forma de barco, esa forma de hacer la cama, etc.), gracias. En general, todo el personal genial, alguno un poquito más seco, pero en general todos fabulosos.

Soy un cliente de este hotel durante mas de 15 años y me encuentro en este momento pasando mis vacaciones en la habitacion 563. Me produce tremenda tristeza decir que me han robado dos prendas de ropa colgadas en perchas dentro del armario de esta habitacion. Ante esta situacion, lo que mas me ha indignado ha sido la falta total de apoyo del director FABRIZIO cuando le he hecho saber lo sucedido, poniendo incluso en duda que los hechos se hubieran producido para asi no tener ninguna responsabilidad sobre los mismos. Una tristeza que quede en entredicho el buen hacer de los trabajadores de este hotel que siempre me han tratado con tanto cariño y profesionalidad.

Hemos estado 6 días en julio y decir que ha sido la decepción más absoluta . Lo primero, no vale ni de lejos el dineral que pagas, después de este hotel estuvimos una semana en otro de otra cadena el cual nos costó mucho menos dinero y le dio mil vueltas en todos los aspectos. El hotel tiene la decoración de los años 50. Moqueta en la habitación. El buffet es repetitivo y poco variado. Además si vas a última hora no reponen NADA. Está orientado única y absolutamente al turista extranjero. No hay animación, 0. Lo único que hacen es una actuación nocturna la cual ha acabado cuando los españoles hemos cenado. El snack bar es inexistente. Solo lo tienen unas horas y son las sobras de la comida. Cuando vas con niños está bien contar con perritos calientes,patatas, PIZZAS, O ALGO SIMILAR a deshoras para que puedan picar. Pues aquí solo tienen fuer, aceitunas y 4 cosas más. Los camareros son atentos pero el jefe de la barra de la piscina un borde . Los tenía atemorizados al resto. Viajo mucho y tengo la suerte de haber ido a muchos resort y cadenas diferentes y este deja mucho que desear. Una pena porque la ubicación es maravillosa pero estar de vacaciones deseando irte a otro hotel, eso sí que es una pena. Lo único que merece la pena es la cena del restaurante krystal.

Un atención de todo el personal de 10, inmejorable, comodidad de instalaciones, agradable solarium y piscinas y fantásticas salidas a la playa. Muy recomendable para desconectar.