Usuario invitado
26 de junio de 2025
Pues no sabría por dónde empezar, lo que tengo claro es que este año hemos repetido pero no voy a volver más: - Empezando por el bar La Santa Maria: reserva por la app a primera hora de la mañana, y llegar y decirte que no sale porque no han cruzado los datos y lo que vale es el papel que tienen a mano, entonces te la posponen para cuando haya hueco. Si está lleno a las 14:00 que no me deje reservar por la app a esa hora, y habiendo una app donde puedes coger reservas, tendrás que ir actualizando tu papel con la app cada x tiempo. Reservando a las 14:00 nos íbamos a las 16:00, lentísimo todo, pedí un helado de postre y me ofrecieron un sabor que no tenían, me traen otro que no he pedido y una segunda vez me lo vuelven a traer mal. Muy mala gestión. Los precios carísimos y la variedad nula. - El socorrista está para algo más que mirar el móvil, llegó un momento que había dos colchenetas y 4 pelotas en la piscina, niños saltándote a 15 cm sin vigilancia de los padres y el socorrista no le llamó la atención a nadie. También tuve que ir yo y cogerme las toallas de la silla flotador porque él no se levantó de la silla, sus palabras fueron “Las toallas están ahí”. También habia gente bañándose después de las 8, incluso una hora después y personal del hotel pasando por ahí sin decir nada. - Las tumbonas prácticamente reservadas el 80% con toallas horas y horas, la gente se va a comer y a echarse la siesta y vuelven y sus toallas siguen ahí, no se encarga nadie de controlar nada. Lo de las balinesas ya ni entro al tema. - La limpieza de la habitación dejó mucho que desear, nos pusieron vasos sucios con pegotes pegados y restregones, las botellas de agua vacías no las retiraban cuando hacían la habitación, y hasta nos faltaron toallas de lavabo varios días. - El buffet bastante escaso y poco variado, todos los días prácticamente lo mismo y mucha variedad de embutidos y fruta, la gente prefiere platos cocinados y postres que no coman habitualmente en su casa. Los camareros, la mayoría muy muy mal educados, se acercan por detrás y te meten la mano en la mesa para llevarse platos vacíos sin decir ni siquiera “hola” “lo retiro” “me lo puedo llevar” algo que me avises que te vas a acercar y por supuesto saludando, directamente te meten el brazo en la mesa lo cogen y se van. Lo único bueno los cocineros de la plancha, súper eficientes y rápidos. Otro punto negativo es que no hay carteles de los platos, la gente coge para probar porque no sabe que es y luego se dejan mucha de la comida porque no les gusta, tienes que andar preguntando que es todo a los camareros y muchas cosas ni ellos lo saben. - B-heaven: como cenaras en los últimos turnos ya no tenías sitio para sentarte porque hay demasiada gente en el hotel y La Santa Maria no abre (mal hecho puesto que el hotel estaba lleno y a todo el mundo le apetece tomarse algo al aire después de cenar), pero luego encima mucha gente sentada sin consumir nada y después de esperar unos 30 min nos fuimos. Otra de las cos