Hotel Supermolina

Nos han tratado muy mal. Los responsables del hotel no tienen ningún interés en el negocio, y el trato hacia el cliente es muy desagradable. Indiferencia, pasotismo y mal trato hacia los clientes. Hicimos reserva a través de una caja Wonderbox Estancia Spa¬Gourmet. Pero el hotel no ofrece ninguno de los aspectos anunciados en la Wonderbox ( ni hay spa, ni ofrecen cenas....). Reservamos una habitación con ducha ( petición hecha por correo electrónico y por teléfono) porque mi marido tiene movilidad reducida, y cuando llegamos al hotel y subimos a la habitación vimos que había bañera en lugar de ducha. Solicitamos cambio de habitación y nos dijeron que si queríamos ducha deberíamos ir a la primera planta del hotel, pero que la primera planta no tenía encendida la calefacción y que deberíamos esperar hasta que se calentara la habitación. Dejamos las maletas en la habitación con ducha y bajamos al comedor del hotel a esperar a que se calentara. ¡Dos horas después subimos y la habitación estaba helada! Hacía un frío horrible y pedimos hablar con los responsables para explicarles que allí no se podía estar y que queríamos, de nuevo, un cambio de habitación. Los responsables del hotel no quisieron hablar con nosotros, no quisieron atendernos ni por teléfono, y su respuesta, a través de la chica de la recepción fue que ya habíamos entrado en la habitación y que no nos la podían cambiar! ¿¿¿Entrado???¡Pero si estuvimos todo el rato en el comedor del hotel esperando que se calentara! Y nos dijeron que si nos queríamos marchar del hotel que nos fuéramos pero que no nos devolverían el dinero. Un trato hacia el cliente indignante. Además, el estado de la habitación de la primera planta era lamentable, todo muy antiguo, dejado y estropeado. Instalaciones muy antiguas. La persiana estaba rota, la cisterna del WC también estaba rota, y el flexo de la ducha también. Un estado lamentable, además de no tener calefacción .... Ni tienen el hotel en condiciones, ni tienen personal, però lo peor es el trato y la indiferencia de los responsables del hotel. Sólo tienen una chica en la recepción que es la que tiene que hacerlo todo: atender la recepción, hacer y servir los cafés etc del bar, subir mantas a la habitación... Hace tanto frío en el hotel que, según nos contó la chica, cada noche los clientes le piden mantas extras para poder aguantar el frío que hace...porque sólo pueden poner la calefacción a 20 grados, y eso en la planta 4rta, ¡que es la que sí tiene calefacción! ...porque en la planta primera....que la tienen cerrada....el frío es inaguantable. Finalmente, eran las 21 h, nos quedamos en la habitación con bañera, la de la 4ª planta, para poder aguantar el frío, aunque mi marido tiene movilidad reducida y no se pudo lavar. No quisieron darnos una habitación con ducha donde funcionara bien la calefacción, aunque es lo que habíamos reservado y pagado. Un trato vergonzoso hacia los clientes. Lo peor. Los responsables del Hotel Súper Molina no tienen nin

Estupendo y muy familiar Los dueños encantadores y muy atentos Muy trankilo y acogedor Comida excelente Muy cerca de las pistas de esquí Un gran salón con chimenea muy rústico y la decoración ambientada con objetos antiguos de esquí

Estuvimos este finde y la verdad que iba con miedo x los comentarios..pero que va. El hotel muy acogedor, personal amable, pedí un tapón para la bañera y me lo trajeron enseguida...el desayuno y la cena muy bien, no había muchísima variedad pero lo que había estaba bueno!! Un día cené el menú entero y era demasiado, al otro día me pedí sólo sopa y postre y muy buena....las vistas de la habitación geniales, siempre calentito, limpio... no sé...a lo mejor es xq estuvimos en habitación confort xq íbamos con mi hijo de 3 años y vale un poco más y si vas a las standard igual son peor, pero vamos, a mí me encantó. La chimenea lo mejor....el hotel a 5 min de pistas en bus que pasa delante del hotel, la vuelta tuvimos que esperar más, pero bueno.. en general muy bien y repetiría sin duda.

He reservado una noche en el hotel y al preguntar por escrito por la posibilidad de cenas/ comidas y tomar un café por la mañana fuera de horario de desayuno me han contestado borde, con falta de respeto, en mayúscula y diciendo que puedo cancelar la reserva. Al final me han dado las gracias por no venir a su hotel! Me parece una falta de respeto enorme, falta de conocimiento de como tratar el cliente.

Mal servicio y mala actitud: Fuimos en la semana de Navidad de 2021. Teníamos dos habitaciones y en una de ellas salía del baño un olor insoportable por toda la habitación. Nos quejamos en recepción y nos dijeron que no podían hacer nada, que el hotel estaba lleno. Nos volvimos a quejar al día siguiente, y al irnos nos volvimos a quejar. El encargado tuvo el cuajo de decirnos que si hubiéramos dicho algo el primer día nos hubiera cambiado de habitación, que era la primera noticia que tenía y que ahora ya no podía hacer nada. Es decir, que además de no dar ninguna solución al problema en los 3 días que estuvimos, la culpa era nuestra por no habernos quejado lo suficiente. Entendemos que en fechas señaladas los precios suben, y están por encima de unas instalaciones básicas y anticuadas, pero al menos esperas que el servicio y la amabilidad estén a la altura. No ha sido el caso. El encargado no entiende lo que significa el servicio al cliente (o le da igual), solo le importa exprimir/sablear al cliente todo lo posible con un servicio mediocre. La guinda del pastel fue la cuenta de las bebidas del restaurante donde nos cobraron 3 botellas de vino malo (4€ en el supermercado) a 18€ cada una (por supuesto sin decirnos el precio de antemano o darnos a elegir). La parte positiva fue la calidad de las cenas y desayunos y la buena atención en el restaurante. Finalmente, los comentarios que valoran bien la ubicación: este hotel está en medio de la carretera, a un par de kilómetros de las pistas, hay que coger el coche para ir a cualquier sitio. Evitadlo si podéis.