Usuario invitado
18 de octubre de 2022
Hemos pasado un fin de semana muy, muy agradable en este alojamiento. Nos encantó su ubicación, lo suficientemente cerca de atractivos turísticos potentes (Caminito del Rey, Torcal, Dólmenes...), y lo suficientemente apartado y aislado como para resultar relajante. Increibles la paz y el silencio que reinan, las vistas del valle, los jardines, la calidez de la edificación, a la vez sencillo pero con la personalidad propia de la zona, y sin que falte ningún tipo de detalle ni de confort. En nuestro caso, reservamos un paquete con spa y cena, y todo fue maravilloso. Únicamente añadiría, como amante del té, que hubiera mayor variedad de tés de calidad, aunque posiblemente entonces no me habrían podido mover de allí. Fenomenal también el equipo de profesionales, tanto durante la reserva como durante la estancia.