Usuario invitado
16 de diciembre de 2024
En mis casi 60 años, Four Seasons Tamarindo ha sido el mejor hotel del mundo en el que he estado. Muy, muy difícil de superar. He estado alojado durante 4 noches en una SUITE espectacular a la que no le faltaba detalle. Todos los materiales, mobiliario, etc de una calidad impresionante. Todos los servicios que ofrece la habitación son también de una exquisitez sublime. El PERSONAL es realmente encantador, educado y servicial. No existe un "no"; en Four Seasons Tamarindo todo es posible. Siempre están pendientes de las necesidades de los Clientes, sean cuáles sean. Me he quedado muy impresionado de la filosofía de empresa de la cadena Four Seasons. Todos los empleados están enamorados de su trabajo y de pertenecer a la empresa (desde el director hasta la persona que arreglaba las habitaciones) y hacen su trabajo con verdadera vocación de servicio y entrega. La COMIDA es realmente exquisita. El desayuno es el mejor que he visto en toda mi vida (destacar la pastelería / bollería), no sólo por la calidad de sus productos, sino también por la amplia variedad. Probamos tres de los restaurantes y no sabría decir cuál es mejor. El LUGAR, el emplazamiento es un auténtico ensueño donde se combinan paisajes agrestes -ya que el hotel está ubicado en el centro de una selva- como bucólicos paisajes marinos. Las vistas tanto de la Maison (casa principal) como desde las habitaciones son realmente de no creer. Girabas la vista a la izquierda y veías la selva, el campo de golf, etc. y la girabas a la derecha y se veía una preciosa playa, acantilados y un maravilloso mar. Uno de los MÉRITOS más importantes de Four Seasons está en el haber escogido un emplazamiento envidiable, en no haber escatimado en recursos humanos ni materiales para construir un complejo de máximo lujo y dar a sus huéspedes un servicio de la máxima calidad. Pero en mi opinión, el GRAN MÉRITO de todo este éxito es del director del hotel D. Felix H. Murillo a quien tuve oportunidad de conocer. Su trato, como el de todo su equipo fue realmente exquisito, se conocía a todos los empleados (unas 600 personas) por sus nombres, y a cada empleado que se cruzaba por delante le saludaba personalmente de una forma muy efusiva. Su cuidado de los detalles es máximo. Tuvimos oportunidad de visitar la zona de los servicios del hotel y estos estaban que “podías comer en el suelo”. El orden y la limpieza reinaban por doquier. En fin, ya me he extendido demasiado…Como resumen: 100% recomendable, vale cada USD que cuesta.