Ismael f
13 de octubre de 2023
Buscábamos un sitio en la sierra de Madrid donde pasar un fin de semana en pareja. Vimos el alojamiento de Casa Aldaba, las fotos del apartamento nos gustaron y al leer un poco sobre el pueblo de Hiruela, pues no nos lo pensamos... Al llegar al pueblo , nos encantó, Precioso!! de los que no se ven todos los días. Esperamos un rato a que llegara Ignacio, el dueño de Casa Aldaba, un hombre serio, que se enorgullece de su pueblo, al que se le nota que ha conseguido lo que tiene con mucho esfuerzo. Fue muy educado y aparentemente frío pero muy correcto,amable y respetuoso, nos dio una explicación sobre el pueblo y sobre el apartamento , muy bien la verdad. Nuestra sorpresa fue cuando abrimos la puerta!! que bonito!!!!! Rústico pero de verdad, piedra y madera, un sofá cama comodísimo, la cocina oculta en un mueble con búhos, con todo lo necesario para cocinar, todo pensado y colocado al milimetro, cafetera, microondas, una nevera, dos fuegos, fregadero... una mesa de madera pequeñita con sillas precisas ,todo a juego hasta las cortinas, todo menos el mueble de la TV que era del Ikea jejeje. La habitación súper bonita, con un balcón con vista a la montaña , con sus mesillas, lámparas y un armario precioso de madera. El baño genial , amplio limpio con un espejo enorme , con todo lo necesario, secador ,toallas , jabón y con un plato de ducha con mampara de cristal de 2metros. La verdad que nos sorprendió muchísimo la casa, no solo por lo bonita que es , si no también por la paz y tranquilidad que desprende... Ah!!! y la, chimenea!!!! tiene tocones de madera abajo en el patio para poder cogerlos, recomiendo coger palos pequeños o piñas para encenderla , así no le gastáis las pastillas de encendido como hicimos nosotros jejejej. El sábado la encendimos y tuvimos que apagar la calefacción del calorcito que hacía (tenemos que volver otra vez en pleno invierno) y por último conexión wifi, que nos vino genial la verdad. Sobre el pueblo, pues sacado de un cuento, pequeñito, sin ruido de coches (hay que aparcarlo en la entrada), con sus calles llenas de árboles frutales , sus casas de piedra con ese olor característico... lleno de rutas para pasear, increíble!!! Nada que envidiar a Cantabria o a los picos de europa etc. Cómo anecdota contaré que nosotros nos despistamos y acabamos en una carretera a 20km del pueblo (a menos distancia volviendo otra vez por el bosque) pero el problema era que se nos hacía de noche y sin abrigo , ni apenas batería en el móvil etc pues... Gracias Ignacio !!!!!! Nos dejaste en deuda, no solo por haber tenido la suerte de conocer tu alojamiento si no por tu humanidad de ir a recogernos, gracias!!!!