Usuario invitado
20 de octubre de 2024
Siempre es un placer hospedarnos en Kioro, desde la entrada en el check in nos reciben Leo y su equipo con el coctel de bienvenida y las atenciones de todo el personal desde la recepción, hasta el botones, el personal del spa y restaurante, todos se esmeran con sus atenciones y en verdad nos hacen sentir como en casa, las habitaciones son enormes y de lujo con jacuzzi privado y un impresionante vista del volcán directamente desde la habitación, los desayunos son muy variados, no son los mismos platillos en el buffet, hasta en esos detalles se esmeran, las cenas insuperables, simplemente espectaculares y deliciosos , cuando estamos en Kioro salimos con ganas de regresar muy pronto!!.