Usuario invitado
27 de febrero de 2023
Nos alojamos durante 4 noches, una pareja con dos niños de 6 y 9 años. Nos asignaron una de las villas, que constaba de dos partes: la habitación principal y la de los niños que estaba separada y a la que se accedía saliendo al exterior (niños muy pequeños podrían tener miedo de estar tan lejos de los padres) más la terraza con piscina. La decoración de las habitaciones es excelente, de lujo, con duchas dobles internas y externas más una bañera. Lo unico que te hace pensar que se trata de una tienda es el revestimiento exterior, porque adentro es tan solido como cualquier construcción. Nuestra villa tenia su propia piscina de aguas termales, con temperaturas muy elevadas. Las fotos publicitarias ilustran bien el lugar, excepto porque en ellas pareciera que se emplaza en medio de la selva, cuando en realidad el sitio fue forestado por un paisajista (con muy buen gusto) y se ubica cercano a un centro urbano. Las instalaciones del complejo se comparten con otros dos sectores de Nayara. Te podes movilizar por el lugar con carritos de golf que se solicitan a la recepción. Hay un sector de piscinas de aguas termales muy hermoso!! También se destaca, por su belleza y por la calidez del personal, el área de recepción, bar, piscina y restaurante de Nayara Tented. Vivimos una experiencia que ilustra la buena atención del hotel. Nuestros hijos estaban jugando en la piscina y en un momento uno de ellos se golpeo y se cortó el labio. Vino corriendo a nosotros que estábamos a unos metros en el restaurant de Nayara Tented e inmediatamente se acercó uno de los mozos a brindar su ayuda y traernos hielo. Sumado a eso, sin que lo hayamos requerido, a los 5 minutos se presentó un médico del hotel ofreciéndose a examinar al niño. El desayuno en el restaurant de Nayara Tented es riquisimo! Lamentablemente nos tocaron todos los dias con abundante lluvia (no es culpa del hotel por supuesto) pero en los intervalos secos aprovechamos el lugar!