Usuario invitado
16 de agosto de 2022
Hemos pasado una semana aquí y podemos decir que es un hotel sencillo, familiar y con una estupenda atención por parte de los empleados. Destacando la de Andrea en el restaurante. Tienen zona infantil y una pequeña piscina con unas camas balinesas que hacen que los ratos de piscina sean de lo más cómodos. Hay un bar en la zona de piscina que prepara cócteles y no están nada mal. Las habitaciones son sencillas, alguna de ellas necesita reforma en el baño ( algo que sé que están haciendo poco a poco). En cuanto a la comida, tanto la del bar/ restaurante como la del bufet está muy rica. Platos mediterráneos, bien presentados y se nota que tienen calidad y están cuidados. Por poner un pero habría que insonorizar mejor las habitaciones, se oye bastante el ruido del pasillo y de la calle. Disponen de tronas, baberos, menú infantil, algún juguete para los peques, billar, futbolín, una play y mesa de ping-pong. Si quieres pasar unos días en la costa Brava, con una muy buena atención, no lo descartes