Usuario invitado
4 de febrero de 2025
Es la tercera vez que venimos a pasar un par de días en invierno y siempre es una experiencia muy agradable que esperamos poder repetir muchos años. El lugar es muy tranquilo en estas fechas, y puedes disfrutar del espectáculo cambiante de las vistas al mar siguiendo el paseo peatonal de Sant Martí d'Empuries a l'Escala. El hotel ofrece muchos espacios acogedores para estar, ya sea contemplando el mar, o leyendo, o tomando algo delante de la chimenea. La opción del restaurante en el hotel te permite no tenerte que desplazarte si no quieres, pero la comida no siempre es tan buena como se espera, lo mejor son los postres y la selección de vinos de la región. Los desayunos , en cambio no defraudan, son espectaculares! La nota negativa la tuvimos con la calefacción de la habitación que no conseguimos bajar, y pasamos mucho calor durante la noche. En compensación por este inconveniente, no nos cobraron el aparcamiento del coche, un detalle por parte de la administración.