Usuario invitado
22 de julio de 2024
Este hotel está situado a las afueras de la bonita ciudad medieval de L'Aquila, en un nudo de carreteras, delante de una gasolinera y con los bajos ocupados por una cafetería alucinante, moderna a rabiar. Nos costó encontrar el acceso al hotel y su recepción. De hecho, aún no tengo claro que voy a opinar de este establecimiento. Se trata de un hotel realmente rompedor, con habitaciones grandes, luminosas, con buenas vistas, aire acondicionado potente y, ¡atención!, con bebidas y refrescos gratuitos en cada planta. ¡Alucinante! Pero no hay nevera en la habitación y, por consiguiente, si os hace falta guardar alguna medicina o fruta, habréis de pedir a la cafetería que os la guarden ellos. ¡Increíble! El personal, muy joven, es muy profesional, aunque no especialmente amable. El hotel está a la última en todo tipo de tecnología, las TV son grandes y smart. Hay párquing subterráneo, no muy caro, y otro cercano, gratuito para clientes. Hay un restaurante buffet, muy bien puntuado, que no utilizamos. El desayuno buffer es un punto fuerte de este hotel. Variado, rico, abundante, con personal amable y atento. Hay de todo. El precio está muy bien para la calidad que ofrece este hotel.