Usuario invitado
19 de marzo de 2025
Muy buen hotel, personal perfecto, servicial. Bien hecho ! Habitación limpia y moderna. Amplio estacionamiento. Un supermercado a 5 minutos andando, parking subterráneo, gasolinera. La restauración es el gran punto débil de este establecimiento. Muy sorprendido por las excelentes críticas, debes tener tus papilas gustativas apagadas, ¡no es posible! La comida que se sirve en el restaurante se sirve en sobres preparados. Esto se nota en la textura, en el sabor (muy poco sabor, demasiado salado con jamón ibérico por todas partes y demasiado dulce en los postres) y sobre todo, ¡es imposible que un chef pueda elaborar tantos platos diferentes en tan poco tiempo! La prueba es que desde el restaurante se puede ver la cocina, y está nítida. Servir pescado apenas tibio, sin preparar y con espinas... Eso no es digno de un chef, por muy bueno que sea. El entrante tiene la misma forma que el postre, curioso ¿no? Es de la fábrica, quizá la del lado de Barcelona que abastece a los restaurantes de costa, esos restaurantes con cartas demasiado completas para ser caseras... Y con el desayuno pasa lo mismo. Mini pasteles industriales, secos y sin sabor, que te harán sangrar las encías. Un pastel color chocolate, una imitación casera que realmente no tiene sabor, no sabemos lo que estamos comiendo (ver foto). Entre los yogures, algunos están caducados, ¡inaceptable (ver foto)! Los servicios del restaurante necesitan urgentemente un cambio; Es un desastre.
Texto originalTraducción facilitada por Google