Usuario invitado
17 de junio de 2024
Mi hija y yo nos alojamos (1) noche en este ryokan tan venerado y disfrutamos cada minuto de nuestra estancia mágica. Es un ryokan maravillosamente tradicional e histórico, exactamente lo que esperábamos. Nos alojamos en "Shorai" en la planta baja, una habitación sencilla con una tranquila vista al jardín. Apreciamos especialmente el horigotatsu (agujero en el suelo debajo de la mesa), que hizo que sentarse a la mesa del comedor fuera mucho más cómodo. No creo que todas las habitaciones tengan esto. Las comidas eran exquisitas, de muy buena calidad y presentación. Disfrutamos de una gran cena kaiseki tradicional y deliciosa. Para el desayuno, elegí el desayuno japonés, que era enorme... y mi hija eligió el desayuno occidental, con el que estaba muy contenta. Nuestra encargada de la habitación, Sayo, incluso trajo una tostadora para asegurarse de que las tostadas estuvieran frescas y perfectamente tostadas. El servicio de preparación de la cama fue impresionante... Sayo transformó nuestra habitación en un acogedor capullo perfecto para dormir. Corrió las cortinas y puso un biombo, y luego preparó nuestra ropa de cama. Sayo hablaba algo de inglés, pero la mayoría del personal no lo hablaba con fluidez. Sin embargo, no fue difícil comunicarse con ellos y se esforzaron por responder preguntas y ayudar. Este ryokan puede parecer bastante caro, pero en realidad es razonable, considerando la calidad de las instalaciones, el servicio y la comida. Es una experiencia única en la vida.
Texto originalTraducción facilitada por Google