DDim ALa zona del hotel es muy acogedora, bien cuidada y rodeada de vegetación. Jardín bien cuidado que se limpia todos los días. La ubicación del hotel es conveniente. Cerca del hotel hay muchos restaurantes, cafeterías, hay un pequeño mercado y una tienda 7/11. La playa de Ao Nang está a unos siete minutos a pie cruzando la carretera y pasando por el hotel Krabi Resort. Nadamos en esta playa incluso durante la marea baja. El hotel está situado en una colina, no a todo el mundo le resultará cómodo subir las escaleras. Hay bungalows que se sitúan muy altos, aunque hay un edificio que se sitúa muy abajo. Nosotros teníamos un bungalow a media altura, la subida fue un poco dura, pero soportable. Por lo tanto, al elegir un número, debes prestar atención a esto.
El personal es educado y amigable.
Vivíamos en un bungalow de lujo. Cuando llegamos olía un poco a humedad, pero rápidamente nos acostumbramos y no nos molestó. La habitación en sí tiene todo lo que necesitas, incluso una plancha, que nunca usamos, pero aun así estaba bien. La habitación era espaciosa, totalmente acorde con las fotos del sitio web. Baño. La ducha, sin embargo, es fija, no hay ducha con flexo. Los desayunos eran normales, no salimos con hambre, aunque la elección no era muy amplia para nuestro gusto. La vista desde el restaurante era preciosa. Hay una piscina en el segundo piso encima del restaurante, pero es muy poco profunda. Depende de todos, pero de mí no tanto. Pero fue agradable comenzar el día con un chapuzón en el agua fresca. Durante el día hay un bar en la piscina. Los monos acuden al hotel principalmente por las mañanas. Tuvimos suerte, nos recibieron cuando nos registramos y nos despidieron cuando hicimos el check out. Durante el día, la sirena suena automáticamente, aparentemente cuando aparecen los monos. A puerta cerrada, la sirena es casi inaudible y no molesta. Por la noche, cerca de la habitación corrían lagartos verdes, tan pequeños y lindos. Había muchos mosquitos. El fumigador de la habitación solucionó bien el problema. Los colchones y almohadas son buenos. Limpiaron bien. La habitación tenía una terraza muy bonita, donde era agradable sentarse por la noche, tomar una cerveza y admirar el jardín nocturno. Y un punto más importante: está prohibido fumar en las instalaciones del hotel; el hotel se posiciona como para no fumadores. Pero si no puedes, entonces puedes hacerlo tranquilamente. Advertimos al personal. En la entrada de la habitación había una secadora de ropa, pero allí la ropa no se secaba en absoluto, ya que el bungalow estaba casi siempre a la sombra. El pequeño inconveniente del bungalow es que hay poca luz; me hubiera gustado tener lámparas más brillantes. En general, me gustó mucho el hotel en términos de relación calidad/precio. Acogedor, limpio. Si venimos a Ao Nang, estaremos encantados de volver a alojarnos en este hotel.
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