Secrets Hideaway Resort & Spa (Adults-Only)

Califico este establecimiento con 1 estrella debido a las inquietudes sobre el trato que reciben los clientes. Ocurrió un incidente angustiante en el que una amiga se cayó en el área del bar y no recibió asistencia a pesar de haber pedido ayuda y de necesitar atención médica de emergencia. Posteriormente, se le negó el reingreso a pesar de tener una membresía y estar en situación de discapacidad. Esta experiencia ha generado dudas sobre las prioridades del establecimiento, particularmente evidentes al preguntar sobre servicios como estaciones de carga de teléfonos y casilleros. A la luz de estas observaciones, recomendaría Orlando Swingers Club como una alternativa, ya que muestran un enfoque superior en la atención al cliente y la gestión empresarial. Además, me he enterado de que otra empresa que organiza reuniones en el mismo establecimiento no recibió el apoyo adecuado, lo que indica una deficiencia en la política de la empresa.

Nunca volveré a este lugar. Me he alojado en las instalaciones y he visitado Secrets muchas veces. Mucha gente, incluido el personal, sabe quién soy. Visité con un pase de un día con amigos (cuatro personas) el 17 de agosto de 2024. Alquilamos una cabaña y, por $600, recibimos una botella de Casa Amigos, una botella de Titos, Red Bull, jugo de piña, agua y agua mineral con gas. Precios de locura, pero bueno, eso lo sabíamos. Después de estar allí varias horas y solo beber el alcohol comprado a través de la cabaña a plena luz del día, salí por la puerta del patio de la piscina, pero todavía estaba en las instalaciones en todo momento y a la vista para usar el único baño aproximadamente a 25 pies de distancia. Nuestra cabaña estaba a la vista de esta puerta y del encargado de la puerta. Cuando intenté volver a entrar desde el baño, me negaron la entrada. Me dijeron que debido a que tenía un vaso en la mano con alcohol, no podía volver a entrar. Expliqué que venía de ellos y proporcioné pruebas. Mis amigos y yo habíamos estado allí todo el día, a plena vista, bebiendo lo que habíamos comprado en la cabaña. ¡$600 por dos botellas de alcohol y algo de jugo! El encargado de la puerta me vio salir con él, ir al baño a 25 pies de distancia y regresar no menos de 5 minutos después, luego me negó la entrada y se negó a verificar mi historia con ningún miembro del personal, pero no tuvo problemas en presentar la factura a mis invitados, me estaba esperando a unos pocos pies de distancia. Además, agregaron dos botellas más a la factura que no pedimos ni abrimos, lo que elevó la factura a casi $1000. Entiendo perfectamente que se aseguren de que las personas no ingresen con alcohol extranjero comprado fuera del establecimiento. Pero mis amigos y yo teníamos un pase de un día, gastamos cientos en una cabaña a plena vista, bebiendo alcohol comprado allí todo el día, y nunca salí del establecimiento. Si puedo gastar $600 y usted está tratando de cobrarme $1000 y al mismo tiempo negarme la entrada porque tengo su alcohol en mi mano, tenemos un problema grave. Cuando pedí hablar con un gerente, me lo desestimaron y las dos personas que estaban en el lugar con mi factura y el encargado de la puerta fueron los únicos que me brindaron atención. Esta es una práctica deshonesta y no es un lugar en el que recomendaría gastar dinero o esperar un trato justo. Como resultado, nunca regresaré y me aseguraré de publicar esta reseña siempre que sea posible para que la gente lo sepa.

EspañolEl año pasado visitamos este resort y fue fantástico, muy acogedor, con una seguridad muy estricta, el resort y las habitaciones íntimas eran seguras, limpias y bien vigiladas, con muchas reglas y recordatorios para todos los huéspedes. En general, nos encantó nuestra primera vez y decidimos volver. Esta vez parecía todo lo contrario, la proporción de huéspedes entre hombres y mujeres era completamente incorrecta, en las habitaciones íntimas, la entrada del área estaba desatendida y la cantidad de hombres que estaban en la habitación mirando boquiabiertos a todas las parejas fue tan desagradable que nos fuimos, la limpieza no era muy buena, había tanta gente con teléfonos y grabando y tomando fotos, lo que solía ser muy estricto por razones obvias. El personal de seguridad se preocupaba menos por la seguridad y más por lo que hacían los huéspedes. Nos encantaría volver aquí, ya que nos divertimos mucho la primera vez, pero definitivamente ha cambiado mi opinión, espero volver y ver algunos cambios positivos, dadas otras críticas recientes, no somos los únicos que sentimos esto.

Mi esposo y yo somos parte de este estilo de vida y tratamos de encontrar lugares donde podamos encontrar otras parejas que quieran visitar este lugar este verano.

Hemos estado en este complejo una vez antes de que terminaran la nueva piscina y ahora de nuevo después de que la piscina estuviera terminada. Ambas veces fueron excelentes experiencias para nosotros y dieron la bienvenida a cualquier persona en el estilo de vida adulto. Eres libre de ser tan abierto o privado como quieras. Las habitaciones están limpias y el personal fue servicial. Un cambio que no me gustó fue la nueva gestión del entretenimiento. La música era como una discoteca ruidosa y desagradable que comenzaba a las 11 a. m. hasta las 2 a. m. Todo era una remezcla de música popular y no una gran variedad, y era un bucle con muchas canciones repetidas. Era demasiado ruidoso para tener una conversación en la piscina o incluso en mi habitación frente a la piscina sin que la puerta estuviera cerrada. El DJ caminaba por ahí dando tragos, lo cual fue divertido, pero los juegos no eran muy entretenidos ni atractivos. Simplemente parece que no pensaron mucho en la creatividad para entretener a los distintos grupos de edad o aprovechar el fin de semana temático de Halloween.

My wife and I have had a lot of good times at Secrets Hideaway over the years, but it has been steadily going downhill. The decline seems to center around some baffling and shortsighted decisions by a former Navy security guard who is now calling the shots. This individual appears to have gotten the role through nepotism rather than any actual qualifications in hospitality or management. Yet somehow, they expect a bachelor’s degree for a maintenance manager. Ironic. The constant rule changes are killing the vibe. Couples without rooms are now treated like second-class citizens, forced to park in the grass like they don’t belong. The fake scarcity tactics are also insulting. Every weekend is supposedly "sold out," yet the place is often sitting at maybe 40 percent capacity. It is clearly manufactured hype, and regulars see right through it. One of the worst changes is the new policy of kicking out guests without rooms at 3 a.m. Some of us work nights and cannot even arrive until midnight or later. Instead of handling specific behavior issues directly, the management has decided to penalize everyone across the board. This approach is lazy and unfair. What used to be an open, welcoming space for genuine lifestylers has turned into a poorly managed influencer playground. The playroom, once a fun and engaging space, now feels more like a zoo exhibit. People just stand around watching, and the staff does not even clean the beds between use. Tossing a thin sheet over the mattress does nothing to address hygiene or prevent infections. Secrets used to be something special. Now it just feels like a business that lost its way.