Usuario invitado
20 de enero de 2025
Hotel histórico, de instalaciones impresionantes de tipo colonial, con vistas al monte Kenia. Nuestra habitación era enorme, muy bien equipada, con cuarto de baño independiente y tres ambientes en el mismo, ideal para tener auténtica privacidad. Desayuno muy bueno. Comimos y cenamos siempre a la carta, aunque hay también un restaurante de tipo bufet. La comida es correcta y el servicio un poco lento en general, aunque muy amable. Es el tema de la restauración lo que le resta una estrella, pero reconozco ser bastante exigente al respecto. El recinto cuenta con animales sueltos por todas partes, básicamente aves, y su principal atracción es el “horfanato animal”, donde hay hasta varios leones y un cachorro de jirafa con el sé se puede interactuar. Los que busquen silencio, busquen otra opción: en este hotel los gritos de los niños y los graznidos de los patos no dejarán de sonar durante su estancia.